¿Cuál es la procedencia de los 22 millones acumulados en Suiza por el ex tesorero del PP Luis Bárcenas? Las inversiones inmobiliarias y el negocio del arte, según confesó Barcernas a los gestores del banco suizo donde depositó los millones entre 2005 y 2009. Otra vez el negocio del arte. Y otra vez la historia se repite.

Cuando en el congreso de Sevilla de 1990 se oficializó el relevo de Manuel Fraga por José María Aznar, Álvarez-Cascos se hizo con la secretaría general del PP. Tenía como tesorero a Rosendo Naseiro, que protagonizó, ese mismo año, el «caso Naseiro», el escándalo relacionado con la financiación ilegal del PP del que salió indemne porque el Tribunal Supremo anuló las grabaciones en las que salían destacados dirigentes del PP valenciano, entre ellos Eduardo Zaplana. (Según relata el propio Aznar en su primer volumen de memorias, Cascos se enorgullecía de haber convertido el «caso Naseiro» en el «caso Manglano», el juez valenciano que instruía la causa).

Como gerente, Cascos tenía a Luis Bárcenas, licenciado en Empresariales por Icade. Uno y otro, Naseiro y Bárcenas, se volvieron a encontrar en 2011. El arte les volvió a unir. El ex tesorero aseguró al juez instructor del «caso Gürtel», Antonio Pedreira, que pidió prestados 350.000 euros en 2002 a Bárcenas para comprar obras de arte. Naseiro ratificó así la versión dada por Bárcenas al juez tras alcanzarle de lleno el caso.

Según Bárcenas, Naseiro, especialista en arte y comprador habitual de cuadros, es su amigo y le pidió en aquella fecha esa cantidad para comprar cuadros, si bien Naseiro consiguió más tarde y por otra vía el dinero y le dijo que devolviese el préstamo. Así lo contó Bárcenas al juez y, según fuentes de las partes personadas en «Gürtel», Naseiro le avaló.

La afición por el arte del ex tesorero del PP es conocida. Naseiro dio a conocer su valiosa colección, hasta entonces desconocida, durante los primeros años noventa con motivo de una exposición dedicada a Tomás Hiepes. El catálogo de aquella exposición revelaba que una decena de las obras expuestas eran de Naseiro.

Por aquel entonces la cotización del artista valenciano iba en alza debido a la ausencia de obras suyas en el mercado. Cada uno de sus cuadros tenía un valor en el mercado cercano a los cien mil euros, una cantidad por entonces elevada.

Además, otros bodegones de Naseiro también fueron expuestos en el Prado durante los mismos años, en la etapa de Alfonso Pérez Sánchez como director. La presencia de las obras en exposiciones conseguían, por un lado, catalogar y registrar una nueva obra de Hiepes y, al mismo tiempo, ampliaba su cotización.

Una década después, su colección de bodegones de los siglos XVII y XVIII pasó al Museo del Prado después de que el BBVA los adquiriera por 26 millones de euros en concepto de dación (en lugar de impuestos). La colección, que fue definida por el director del Prado, Miguel Zuzaga como «auténtico botín», incluía 40 obras aunque Naseiro posee más de un centenar. Los nombres de los autores son algunos de los más cotizados en el género del bodegón. La joya de la colección es «Bodegón con alcachofas y ciruelas», de Juan van der Hamen (1627). Fernández El Labrador, Juan de Espinosa, Arellano o Luis Meléndez son otros grandes nombres de la colección.

Naseiro proviene de una familia humilde de caseros de una parroquia de Galicia. Estuvo en negocios de transporte y se instaló en Alicante -donde ya tenía segunda residencia- tras su paso por la sede del PP de Madrid. Los 26 millones que pagó el BBVA por sólo cuarenta de sus pinturas dan cuenta de la inmensa fortuna que posee sólo en arte.