La reunión celebrada el sábado en la localidad vizcaína de Durango por unos 70 ex presos de ETA, excarcelados a raíz de la anulación de la doctrina Parot, ha causado una profundo indignación en las víctimas, que han anunciado acciones legales. El PP también considera que el acto de Durango puede ser constitutivo de delito.

La presidenta de la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT), Ángeles Pedraza, fue quien anunció las acciones legales contra los participantes en el acto de Durango, convocado por el colectivo de presos de ETA. No obstante, Pedraza matizó que la AVT todavía está estudiando los vídeos del acto para decidir la línea de actuación judicial a seguir. Hoy mantendrán una reunión al respecto con sus abogados.

Pedraza calificó el acto del sábado como "la mayor vergüenza de toda la democracia española", asegurando que la foto en la que se recoge a los ex reclusos etarras le produce "asco" pero sobre todo "rabia". "Ya no sentimos humillación, ahora lo que sentimos es rabia e impotencia y ganas de seguir luchando", aseveró.

Desde el PP, su secretario de Justicia, Derechos y Libertades, Iñaki Oyarzábal, quien también es secretario general del PP vasco, consideró que "hay materia" para investigar y estudiar si en el acto hubo delito de enaltecimiento del terrorismo. En declaraciones realizadas en la sede nacional del PP, Oyarzábal lamentó lo que calificó de "escenificación impresentable" que, para su partido, nunca debió celebrarse, y que supuso, añadió, una nueva "ofensa" a las víctimas del terrorismo y al conjunto de los demócratas españoles. Oyarzábal subrayó que el PP discrepa "radicalmente" de la decisión del juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz y del fiscal de permitir el acto de Durango, porque, aseguró, "debían haber hecho todo lo posible para evitar" su celebración.

En San Sebastián, la izquierda aberzale tomó el relevo a los ex presos etarras mediante una comparecencia sin preguntas del portavoz de Sortu, Pernando Barrena, un histórico de Batasuna. Barrena denunció que el PP "ha convertido la política penitenciaria en la gran batalla, en su intento de imponer un esquema de vencedores y vencidos" para la resolución del problema de la violencia en el País Vasco.

Barrena estuvo acompañado de la dirigente de Sortu Ainhoa Etxaide, quien leyó un comunicado en el que la izquierda aberzale alabó el acto etarra de Durango, en el que los reunidos exigieron la libertad de los 500 etarras que aún permanecen en prisión, a la vez que reclamaban el "derecho a decidir" del País Vasco y aceptaban plenamente la vía exclusivamente política abierta por el adiós de la banda a las armas.

Barrena pidió "nuevos pasos" para alcanzar la paz, como "terminar con la dispersión" de los presos, y acusó al Gobierno de pretender "arruinar el futuro en paz de la sociedad vasca".