Según quién la cuente, la tercera moción de censura de la democracia trajo "una subasta de ocurrencias con tufillo comunista a la cubana", una "alternativa de país" frente a "la podredumbre democrática que lo gobierna", un combate nulo entre la "falta de soluciones" y "el chapoteo en la corrupción" o el intento de un candidato a presidente con un lastre de "incoherencia". Es el mismo debate visto por los diputados asturianos; la misma función según, respectivamente, PP, Podemos, Ciudadanos y PSOE. Sus diferencias son la fiel representación de la discusión bipolar con gradaciones intermedias que ayer escenificó el Congreso, básicamente la de la España política de 2017. La España crispada que retratan a su gusto los ocho parlamentarios que lo son por Asturias y que desde el escaño de Susana López Ares (PP) vio salir reforzado a un presidente que ayer demostró "estar en el siglo XXI, en la solución de los problemas de los españoles".

Frente a él, Pablo Iglesias ensayó el papel de candidato a la presidencia "recordándonos a los líderes comunistas y bolivarianos de otra época", asegura. López Ares se detiene un rato en la parte breve en la que Iglesias pronunció Asturias y hace notar que "tiene una imagen caduca y anticuada de la región. En ningún momento plantea el carbón como parte del mix energético y eso demuestra que desconoce Asturias".

Su compañero Ramón García Cañal denuesta la intervención del líder de Podemos por haber convertido la sesión en la escenificación del "típico discurso populista y demagógico", en "una subasta de ocurrencias con tufillo comunista" y en una pintura de "la España negra y catastrofista". Iglesias, dice, "nos castigó con un discurso larguísimo, aburrido y tortuoso" frente al que Rajoy, "brillante y contundente", supo hacerle saber que la realidad del país, con "su descenso de las desigualdades y la pobreza", consigue que "se le agote el discurso".

Al otro lado del debate, en la bancada de Podemos, Sofía Castañón lamentará que "el PSOE de Pedro Sánchez reivindique la izquierda sin apoyar un verdadero cambio democrático" y agradece que su portavoz, Irene Montero, haya "glosado la podredumbre democrática de la formación que Gobierna y que es, por extensión, un diagnóstico de la situación del Estado". A su juicio, "Pablo Iglesias ha puesto sobre la mesa propuestas concretas, un programa de gobierno para cambiar el modelo productivo y social del país".

A su lado, su compañero Segundo González vio a Rajoy "preocupado, interviniendo antes que el candidato. Parece que empieza a darse cuenta de que la corrupción puede acabar sacándole de La Moncloa". En su versión del debate, "presentamos una alternativa de país con medidas para resolver la crisis económica, social e institucional".

De los puntos intermedios, que no de la equidistancia, responden los diputados del PSOE y Ciudadanos. El socialista Antonio Trevín identifica "tanta discrepancia como coincidencia entre Podemos y el PP" e invita a considerar que "la hemeroteca es el principal escollo para la coherencia de Pablo Manuel". El candidato de Podemos ha pasado, destaca el diputado socialista, "de votar no con Rajoy a Pedro Sánchez hace un año a pedir ahora el apoyo a los diputados socialistas". En una línea similar, su compañera de bancada Adriana Lastra se dice "de acuerdo en dos cosas" con los promotores de la moción, "que el PP es una máquina de corrupción y que hay una España en marcha que nos pide salir de este pozo. Pero es a esa España que viene", añade, "a quien Podemos ha defraudado, a la que ha detenido votando no a un gobierno de cambio. Les bastaba con abstenerse, lo que vamos a hacer nosotros hoy, pero votaron lo mismo que el PP".

Una tormenta seca, un "acto fallido", define el diputado de Ciudadanos Ignacio Prendes. "Un combate entre dos púgiles que se retroalimentan porque se necesitan mutuamente, uno para tapar la corrupción y el otro la incompetencia". Comparte también Prendes parte del discurso de Podemos sobre la corrupción, pero pide soluciones y "el ruido y la furia por sí solos no las aportan". Ve que Rajoy "fue eficaz haciendo ver la incompetencia de Podemos, pero corrió un tupido velo sobre la corrupción".