El presidente de Vox, Santiago Abascal, se marcó ayer el objetivo de lograr "millones" de votos el 28-A, superando "el chantaje del voto útil y el voto del miedo". En una intervención ante la asamblea general de la formación ultraderechista, Abascal advirtió que, tras los comicios, su formación no será una "muleta inútil ni despreciada" de otros partidos políticos, en alusión a PP y Cs, que, dijo, ya han demostrado en Andalucía que "tienen miedo y no se atreven al cambio".

Ante el "órgano supremo" del partido, Abascal dio el pistoletazo de salida para el próximo ciclo electoral y reivindicó su proyecto basado en "la unidad de España, la propiedad privada, la igualdad y la lucha contra el separatismo". Abascal afirmó sentirse "muy honrado" de la actuación de Vox tras las elecciones andaluzas -en las que logró 12 diputados-, pero censuró que PP y Cs, que gobiernan con su apoyo, están demostrando que "no saben hacerlo y no están haciéndolo bien" por miedo.

Los afiliados de Vox aprobaron con un 93% de votos los nuevos estatutos de la formación, que eliminan las primarias internas para la elección de candidatos y refuerzan el poder de la dirección nacional con el objetivo de "protegerse" de "arribistas" que quieran dañar al partido.