El cabeza de lista de ERC, Pere Aragonès, y el candidato del PSC, Salvador Illa, han anunciado este lunes la apertura de una ronda de contactos en busca de apoyos para conseguir su investidura a la presidencia de la Generalitat.

Quien más de claro lo tiene para ser investido president es Aragonès, que empató a escaños con el PSC (33), superó por un diputado a su rival directo, JxCat, y aspira a recabar el apoyo de la mayoría absoluta independentista (74 de los 135 diputados), si bien quiere ampliar esa mayoría a los comunes.

Pese a ser el ganador en número de votos de las elecciones del 14F, Illa tiene mínimas opciones reales de ser investido presidente de la Generalitat, ya que los partidos independentistas ya han descartado cualquier pacto de gobierno con los socialistas.

Aun así, Illa anuciaba que contactará con todos los partidos salvo Vox, para intentar negociar su investidura y también "luchará" para que el PSC sea quien presida el Parlament.

"Mi partido ha ganado las elecciones en Cataluña y me corresponde presentar candidatura y formar Govern", decía a la vez que pedía a ERC no plantear caminos "inasumibles" como la autodeterminación o la amnistía y empezar a hablar de una nueva etapa en Cataluña centrada en los problemas reales de los ciudadanos.

Aún más explícito fue el expresidente de la Generalitat José Montilla, que apostó por "buscar vías de entendimiento" entre PSC y ERC: "Es una oportunidad que no tendríamos que dejar pasar".

Sin embargo, un acuerdo de gobierno entre las dos fuerzas más votadas en las elecciones del domingo parece ahora mismo inviable.

El presidente de ERC, Oriol Junqueras, decía en TV3 que un Govern entre Esquerra y el PSC es "imposible" porque ambos son "los partidos políticos más antagónicos de Cataluña".

ERC comenzará con la CUP

En este sentido, la ejecutiva de ERC desiganaba a su equipo negociador a última hora del lunes, con vistas a la formación del nuevo Govern, que estará integrado por Marta Vilalta, Josep Maria Jové, Sergi Sabrià y Laura Vilagrà, todos ellos miembros de la dirección, y anuciaba que empezará la ronda de contactos con la CUP.

Según indicaba en un comunicado, la ejecutiva ha analizado los resultados electorales y ha decidido "abrir de forma inmediata el proceso de negociaciones" a fin de que éste pueda ser "ágil para poder tener un Govern cuanto antes mejor".

La dirección de ERC considera que Cataluña "necesita un gobierno fuerte con una mayoría estable para dar respuesta a la crisis actual, reconstruir el país desde la justicia social, y avanzar hacia la república catalana sobre la base de los consensos de la amnistía y la autodeterminación".

El equipo negociador "estará complementado por diferentes equipos de trabajo para ámbitos temáticos que trabajarán en paralelo", precisa ERC.

Por lo que respecta a la ronda de contactos, se iniciará las negociaciones con la CUP, una formación a la que ERC considera que es "un actor indispensable y uno de los partidos que han salido más reforzados de la cita electoral".

Los contactos continuarán después con Junts y con los comunes, y se prevé que los encuentros se puedan concretar "en los próximos días", si bien el candidato de ERC a la presidencia de la Generalitat, Pere Aragonès, ya ha establecido "los primeros contactos" con los cabezas de lista de la CUP, de Junts y de los comunes.

Según la ejecutiva de ERC, los resultados electorales "han dejado muy claro que la nueva etapa tiene que ser liderada por el independentismo de izquierdas" puesto que este "ha quedado por delante y es mayoritario".

Ejecutivo independentista

Por su parte, durante la jorada del lunes, la primera en allanar el camino a esta vía fue la candidata de JxCat, Laura Borràs, que apuesta por formar un ejecutivo inequívocamente independentista, sin los comunes, y aseguraba que su formación no tiene "ningún inconveniente" en apoyar la investidura de Aragonès.

En cambio, la líder de En Comú Podem, Jéssica Albiach, pedía "valentía" y "generosidad" a ERC para que levante su veto al PSC y negocien a tres bandas la formación de un Govern de izquierdas, al tiempo que cerraba la puerta a participar o apoyar un ejecutivo que incluya a JxCat.

La CUP, que tiene la llave para desbloquear un Govern independentista, se mostraba dispuesta a avalar esta opción dependiendo de "qué esté dispuesto a hacer" y siempre que refleje el resultado de las urnas, que según su lectura han pedido "un proyecto más a la izquierda" que hasta ahora.

En el otro extremo, el líder de Vox, Santiago Abascal, prometía que sus 11 diputados en el Parlament ejercerán una "oposición total" al nuevo Govern, para construir una "alternativa".

Más movidas bajaban las aguas en las filas de Ciudadanos, después de perder en tres años 30 de sus 36 escaños: diputados, concejales y afiliados del sector crítico han pedido una "profunda regeneración" en la dirección y "cambios de liderazgo a nivel nacional y de Cataluña", esto es, la salida de Inés Arrimadas y Carlos Carrizosa.

Carrizosa replicaba que "no se soluciona nada abriendo crisis en el partido" y apelaba a la "unidad" y el "trabajo" para reflotar el proyecto.

La última formación en el Parlament, con solo 3 diputados, es el PP, culpaba de sus malos resultados a la abstención y al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, al que acusan de "juego sucio" y de dar alas al independentismo.

Aún mayor es la decepción en el PDeCAT, que ha quedado fuera del Parlament y que ha abierto un "periodo de reflexión" y convocará a su Consell Nacional, máximo órgano entre congresos, para tomar decisiones de futuro.