El PSOE rechazará la propuesta en defensa de las lenguas cooficiales del Estado promovida por los grupos independentistas y apoyada por Unidas Podemos, porque considera que es inconstitucional y que lo que busca es convertir los idiomas propios "en arma política".

La proposición no de ley, que se votará el jueves, tiene el apoyo de EH Bildu, ERC, las CUP, BNG, JxCa, el Pdecat, PNV, Compromís, Más País y Unidas Podemos, que vuelve a desmarcarse del PSOE, aparte de una decena de entidades culturales en defensa de que las lenguas cooficiales tengan los mismos derechos que el castellano.

La iniciativa hace hincapié en que el Gobierno garantice que los funcionarios que presten servicios en territorios con idioma propio tengan conocimiento de esa lengua.

Los socialistas, que han presentado una enmienda que previsiblemente no será aceptada, han anunciado que rechazarán la propuesta porque sería una irresponsabilidad política aprobar una iniciativa "inconstitucional".

El diputado del PSOE Marc Lamuà ha señalado que "esta propuesta no puede ser un trágala" y ha afirmado que contempla puntos que no son constitucionales y "por eso no podemos aprobarla porque luego acabamos en sentencias judiciales".

"Si quieren ser políticos responsables, no pueden ir por la puerta de atrás camuflando otras intenciones", ha dicho y ha avisado de que "es un error convertir una lengua que no tiene ideología en un arma política", una idea que también ha compartido la diputada del PP Ana Belén Vázquez.

Vázquez ha pedido no confrontar las diferentes lenguas cooficiales y ha abogado por proteger el castellano en aquellos territorios donde está siendo discriminado, como en Cataluña.

"El Estado no puede permanecer impasible ante la vulneración de derechos lingüísticos. No pueden obligar a los tribunales o a las administraciones a escribir en las lenguas cooficiales... Las lenguas no se imponen, se quieren, se aprenden, se usan y se respetan", ha señalado.

El PP también ha presentado otra enmienda a la proposición en la que insta a un bilingüismo "cordial y armónico".

UPN ha anunciado que votará en contra porque la propuesta: "La han manoseado para su objetivo de construcción nacional".

Desde Ciudadanos la diputada Marta Martín ha acusado a los proponentes de presentar una iniciativa "xenófoba" porque ataca el castellano, "que no es una imposición legal sino una riqueza que tenemos con independencia de la lengua cooficial" existente en un territorio. "A ustedes les fastidia el castellano porque es algo que todos tenemos en común y quieren construir realidades paralelas", ha dicho.

Por parte de Vox, Antonio Salvá ha pedido que EH Bildu sea ilegalizada "por ser heredera de ETA" y se ha mostrado radicalmente en contra de una propuesta que "es una ataque al español y que persigue la destrucción de España".

En defensa de esta iniciativa, la portavoz de EH Bildu, Mertxe Aizpurua, ha pedido a este Gobierno, "que en teoría asume la plurinacionalidad", que no deje escapar la oportunidad de defenderla con hechos porque la cooficialidad debe aplicarse con igualdad, ha insistido al no dar por perdida la votación del jueves, ya que ha dicho que siguen trabajando en una enmienda transaccional.

"Son nuestras lenguas las que están en riesgo", ha advertido Aizpurua, y algunas, como el asturiano o el aragonés -ha dicho-, mucho más.

Muy crítico ha sido el representante del PNV, Joseba Aguirretxea, al defender la igualdad de los derechos lingüísticos y recordar que el Estado tiene la obligación de velar por éstos, censurando especialmente al PSOE y al PP por no hacerlo y a UPN por ser "el único partido del mundo que ha legislado contra su propia lengua (el euskera)".

Dentro del Grupo Plural, el diputado de Compromís Joan Baldoví ha asegurado que él y otros muchos con idioma propio se han sentido muchas veces "pieles rojas" en su propia tierra cuando, por ejemplo, un agente les dice que les hablen "en cristiano, en español", mientras que Genís Boadella, de JxCat, ha lamentado que el Gobierno ignore el artículo preliminar de "la sacrosanta Constitución", que habla de las diferentes lenguas y del papel que tienen que tener.

Desde ERC, Marta Rosique ha acusado al PSOE y al resto de grupos que se han posicionado en contra de esta iniciativa, de tener "la voluntad homogenizadora de acabar con las lenguas minoritarias y minorizadas".

Y Unidas Podemos ha defendido que España debe cumplir "con lo que dice la Constitución", ha dicho Joan Mena y ha recalcado que "este país no tiene futuro si no da apoyo a todos sus pueblos".

Mena ha avisado de que no habrá mayoría de progreso en el Congreso sin contar con las formaciones que defienden la plurinacionalidad y ha avisado de que las últimas elecciones en Cataluña "han reducido a la mitad la España uniforme".