Entrevista

Feijóo: "He intentado entenderme con Sánchez y lo que he encontrado son descalificaciones y muros"

El presidente del PP sostiene que va a seguir siendo moderado «porque no sabría ser otra cosa. Eso sí, no me pida que no defienda la Constitución»

Feijóo: "He intentado entenderme con Sánchez y lo que he encontrado son descalificaciones y muros"

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Alfons Garcia / Arturo Iranzo

Alfons Garcia | @alfons_garcia69

Llega puntual a la cita en el centro de València. Acaba de presidir el jurado del premio de la Fundación Broseta y en el trayecto a pie ha parado en la Basílica de la Virgen, a la que se le suele pedir amparo. Llega en modo candidato: reparte saludos y se hace fotos con quien se lo pide. Es tarde de viernes prenavideño, de terraceo y buenos propósitos. La tormenta política de Madrid parece lejana.

Manuel Broseta fue un político de la Transición, ese momento de espíritu de conciliación que se invoca tanto pero que parece muy lejano. ¿No va a volver esa posibilidad de reencuentro?

Hay momentos de crisis económica y social, pero España nunca había entrado en una crisis institucional y lamentablemente ahora sí lo está. En la Transición hubo partidos que estaban en contra de la misma como Herri Batasuna, Esquerra Republicana o el BNG. En ese momento esos partidos era minoritarios.

En la derecha también había algunos.

En la derecha Fuerza Nueva.

Y Alianza Popular [la mitad no votó la Constitución en 1978].

Si el presidente del partido es padre de la Constitución, algo estaría de acuerdo. Es verdad que tuvo alguna discrepancia en los contenidos, pero al final se acreditó. Lo que digo es que los partidos que estaban en contra de la Constitución hoy son determinantes para la gobernabilidad y tienen mucha fuerza. Son capaces de hacer un Código Penal a la carta de sus dirigentes y son capaces de reescribir la historia. Por tanto, estamos ante una crisis institucional. No soy pesimista. Creo que la mayoría de españoles sigue valorando los acuerdos y el diálogo. 2023 es un año determinante porque vamos a poder votar, va a ser clave para recuperar esa Transición.

¿Esa capacidad de entenderse con quienes estuvieron en contra de la Constitución no es una demostración de fuerza de integración de la democracia española?

Si hubiesen aceptado las reglas de todos, sí, pero siguen sin hacerlo. Bildu se niega a colaborar en los 300 asesinatos de los que desconocemos su autoría. ERC no acepta la Constitución y ha conseguido todo lo que quería, indultos y modificaciones del Código Penal, que al final es una amnistía a todos los condenados por el procés, y ya está pidiendo un referéndum.

¿Hasta cuándo puede tirarse este país acusaciones de golpes de Estado a la cara unos a otros?

Lo más grave que falla en este momento es el espíritu constitucional del sanchismo. No me sorprende el protagonismo de Bildu o Esquerra. Lo que hemos perdido es el socio. El constitucionalismo ha perdido su socio, que es el PSOE.

¿Asume alguna parte de culpa de este clima tan airado?

Siempre hay responsabilidades en un clima inadecuado. Pero cuando estás en el Gobierno tienes una responsabilidad inexcusable, que es ser el presidente de todos los españoles. ¿Tiene sentido que unos condenados tengan la capacidad de escribir con su bolígrafo el Código Penal, derogando los delitos que han cometido? ¿Tiene sentido que una parte del Gobierno diga que los jueces son fachas con toga? Seguro que todos tenemos una cuota de responsabilidad, pero desde que llevo de presidente del partido, le aseguro que he intentado entenderme, trazar puentes y lo que me he encontrado son descalificaciones y muros.

¿Pero el bloqueo del Poder Judicial es justificable cuatro años después?

Si toda la acusación es esta, comprenderá que no es mucho. En julio mando un documento al Gobierno y no fui ni contestado con acuse de recibo. En octubre presenta la dimisión el presidente del Tribunal Supremo y es cuando me llama. Se acredita el desinterés por el Consejo. Después el Gobierno interviene el Poder Judicial mediante una ley orgánica y le arrebata todas sus competencias. Con estos antecedentes, intentamos hacer lo que nos dijo la Comisión Europea, una nueva ley y una vez que se cumplan los requisitos elijamos al Consejo, estábamos en ello.

Estaban a punto de firmar.

Correcto. Y antes de llegar a los miembros del consejo, esa ley en la que estábamos queda derogada por otra ley que de forma simultánea se estaba negociando con los independentistas.

¿No podía ser independiente un hecho de otro?

¿Cómo puede entrar en el Congreso una ley que busca la despolitización de la justicia y otra en la que le damos a los políticos condenados la redacción del Código Penal? Al final, ha quedado acreditado lo que piensa el Gobierno de los jueces: que son fachas con toga. Y los diputados y los ministros consideraron un golpe el hecho de que un partido presente un recurso ante el Constitucional, algo tan democrático como someterse a los tribunales cuando hay una discrepancia. Esto no tiene ni un solo antecedente.

¿A usted no le interesa que se mantenga esta composición del Poder Judicial?

En absoluto. Lo que le interesa al Gobierno es buscar una coartada para modificar las mayorías en el Constitucional, nombrar a dos cargos del Gobierno y decir al Consejo que no pueden ejercer sus competencias.

Doy por hecho que no van a retirar el recurso como pide el Gobierno.

Yo aceptaré lo que diga el Constitucional y el Gobierno, no.

El Parlamento y el debate también cuentan, ¿no?

El Parlamento ha sido cercenado en sus derechos, porque cuando se estaba tramitando un Código Penal, con eliminación de la sedición, de repente aparecen dos enmiendas para modificar dos leyes orgánicas. ¿Cómo es posible que un gobierno democrático le diga a la oposición que tiene que retirar un recurso? Es un tic acto autoritario escalofriante.

Veamos si está de acuerdo en algo con el Gobierno: ¿Cataluña no está mejor que en 2017?

Los independentistas están mucho mejor que en 2017 porque mandan en Cataluña, han quedado exentos de responsabilidad y mandan en el Gobierno de España. Eso es un hecho.

La calle en Cataluña está también más tranquila.

Lógico. Si los independentistas nunca han tenido tanta determinación en España y nunca han mandado tanto en Cataluña. Me parece más sensato que hubiesen indultado a todos, pero que no toquen el Código Penal para que, como dice Junqueras, ahora sea más fácil volver a hacerlo.

¿No hay demasiadas acusaciones de fascistas y filoetarras?

Cuando está de diputada la directora del diario Gara, en cuyas portadas aparecían las personas a las que ETA ponía la diana, al menos es legítimo recordar que militó, simpatizó o mantuvo una complicidad con una banda terrorista. Uno tiene derecho a cambiar, pero uno tiene derecho a recordar la historia también.

Llegó con una vitola de perfil moderado. ¿Se ha visto obligado a meterla en el armario?

Al contrario. Yo voy a seguir siendo moderado porque no sabría ser otra cosa. Eso sí, no me pida usted que no defienda la Constitución o que no le podemos decir a Bildu que es el protagonista de la memoria democrática. Eso no es ser moderado, eres un irresponsable si te callas todo eso.

¿El PP está en manos del gran poder económico y la derecha mediática?

Yo vengo de un pueblo, he nacido en una aldea y mi padre se quedó en el paro. Son lamentables este tipo de acusaciones por burdas. Hay gente que piensa que los españoles no tienen memoria y no es un pueblo inteligente.

¿Con todo este contexto, la moción de censura cree que no es conveniente? ¿Sería hacer el juego a Abascal?

Cada partido tiene una propuesta. Abascal ha dicho que está pensando en esa moción y está buscando un candidato.

No lo encuentra.

Cuando no sabes quién debe ser el candidato a la presidencia del Gobierno, digamos que es una moción cuando menos de política ficción. Yo he dicho que esto es blanquear lo que ha hecho el PSOE y fortalecerlos. Lo que quiero son 8.000 mociones de censura en los 8.000 ayuntamientos españoles en mayo. Y quiero mociones de censura en las comunidades donde está gobernando los socialistas con los nacionalistas. Y quiero urnas, no una de 350 votos en el Congreso. Quiero miles de urnas.

¿Se ha arrepentido muchas veces de dejar Galicia con todo lo que le ha tocado vivir en estos meses?

Es una decisión que una vez tomada no tiene vuelta atrás. Ahora mi objetivo es servir al conjunto de los españoles, no solamente a una parte de ellos.

González Pons fabula en su último libro sobre el sueño de un gobierno de PP, PSOE y liberales frente a la radicalidad. ¿Es para usted un proyecto deseable?

Cuando en 2016 ganó Rajoy por poco, defendí distintas opciones (un gobierno de concentración, un pacto de legislatura) y el no es no de Sánchez nos obligó a volver a votar. En la segunda votación volví a defender lo mismo y el no es no de Sánchez esta vez tuvo el efecto de que fue destituido y se desbloqueó la gobernabilidad. Defendí lo mismo en 2018, cuando Sánchez gana: que era bueno hablar con el PSOE, pero llegó el acuerdo del abrazo. Por lo tanto, no me parecería mal que el PSOE volviese a los grandes consensos.

¿Preferiría no tener la presión de Isabel Díaz Ayuso dentro del partido?

Al contrario. Imagínese que no tenemos a la presidenta y tenemos a Pablo Iglesias de presidente, que era el candidato. Estoy muy contento de que sea la presidenta de Madrid y espero que saque mayoría absoluta. Sería una noche fantástica para mí.

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