Crisis migratoria

Los ‘expulsados’ del Sahel, una amenaza de desestabilización

Un nuevo informe de Moncloa alerta del uso dañino que terceros países pueden hacer de las «olas descontroladas» de migrantes

Llegada de migrantes a Fuerteventura.

Llegada de migrantes a Fuerteventura. / EFE

Isabel Durán

Un nuevo informe de Moncloa vuelve a poner el foco en las migraciones como una "amenaza híbrida" para la estabilidad nacional. Ahora, alerta del uso dañino que "actores estatales y no estatales" podrían hacer de las "olas incontroladas de inmigración irregular" en contra de España. Esta advertencia se desprende de la Estrategia Nacional de Seguridad Marítima, publicada por el Departamento de Seguridad Nacional, dependiente de Presidencia del Gobierno, que también apunta que "la delincuencia transfronteriza es un fenómeno que afecta a la seguridad de las personas y que ha traído aparejado crecientes niveles de violencia que ponen a prueba la acción del Estado". Las amenazas híbridas son aquellas que busca atentar contra la confianza en las instituciones, la estabilidad económica o la cohesión social, sin necesidad de llevar a cabo un ataque armado convencional. Además de la inmigración, este tipo de estrategias incluyen acciones como la desestabilización política, la coerción económica, la dependencia energética, los ciberataques o las campañas de influencia.

Este informe, que no señala a ningún tercer país como posible instigador de una oleada migratoria, subraya que la condición de frontera exterior de la Unión Europea hace que España está "especialmente expuesta a flujos migratorios irregulares por vía marítima", lo que supone un peligro para "la seguridad de la navegación, la vida y la integridad física de los inmigrantes, que son vulnerables a la explotación por parte de redes de crimen organizado". En lo que va de año han entrado en territorio nacional 17.529 personas de manera irregular; el 94,8% lo hicieron por vía marítima y cuatro de cada cinco cruzaron la frontera a través de las costas canarias, según el último balance del Ministerio del Interior. El informe trimestral de la Agencia Europea para el Control de Fronteras (Frontex) recalca el importante incremento del flujo migratorio que se ha registrado en la ruta atlántica –que une el continente Africano con Europa, a través del Archipiélago–. En concreto, expone un crecimiento de llegadas del 510% respecto al año pasado y señala que detrás de estas cifras está la situación de inestabilidad que vive la región del Sahel –ubicada a unos 700 kilómetros de las Islas–. Frontex también subraya que en el resto de rutas migratorias hacia Europa se ha detectado una caída media del 12%.

A estos datos se suma que Salvamento Marítimo rescató el miércoles a 203 personas que viajaban a bordo de tres embarcaciones precarias a pocos kilómetros de Canarias. La primera de las barcazas, una neumática con 72 personas a bordo –60 varones y 12 mujeres–, partió de Dajla y fue localizada cerca de Fuerteventura, donde desembarcaron sus ocupantes. La salvamar Adhara acompañó hasta La Restinga a un cayuco ocupado por 61 personas –58 varones y tres mujeres– y otras 67 personas de origen subsahariano fueron auxiliadas a unos 70 kilómetros de Lanzarote, mientras navegaban a bordo de una zódiac. 

Intereses nacionales

En lo que va de semana han entrado de forma irregular en las Islas más de 600 personas, pues este lunes Salvamento Marítimo rescató a otros 404 migrantes en siete embarcaciones, entre ellos 52 mujeres y 33 menores. Estas son solo las cifras de los que logran alcanzar el Archipiélago, sin tener en cuenta a aquellos que pierden la vida durante la travesía o antes de zarpar. Ese es el caso de los 40 cadáveres que fueron localizados el lunes en varias playas mauritanas y que las autoridades apuntan a que podrían ser de migrantes subsaharianos. Mauritania vive una crisis migratoria interna, pues en el país hay miles de refugiados malienses que han abandonado su país por la guerra y la inseguridad alimentaria. Unos se han instalado en un campo de refugiados en el interior del país y otros están en la costa del país a la espera de poder subir a un cayuco que les lleve a Canarias.

La Estrategia Nacional contra el Terrorismo pone el foco en el Sahel por su inestabilidad

Hace menos de un mes, Seguridad Nacional aprobó y difundió la Estrategia Nacional contra el Terrorismo, en la que precisamente se abordaba la influencia del 'avispero' del Sahel en las migraciones hacia España y hacia Canarias. En ese informe se hace hincapié en que esta región es una de las principales zonas del África subsahariana donde "la violencia terrorista se ha incrementado de manera exponencial" y añade que, en algunos casos, "hay que sumar crisis de gobernabilidad, violencia interétnica o emergencias humanitarias que fomentan una inestabilidad creciente". El departamento de Seguridad Nacional considera que la crisis política y social que arrastra el Sahel afecta "de manera directa, a los intereses nacionales de España", especialmente en lo que se refiere a la amenaza terrorista y al aumento de los flujos migratorios, que pueden ser aprovechados por elementos terroristas para dar cobertura a sus desplazamientos. Por ello, España considera que los esfuerzos en la lucha antiterrorista en esta región deben centrarse en misiones de adiestramiento enfocadas a "capacitar a las fuerzas armadas y cuerpos de seguridad locales» para la contención del terrorismo, así como en «la mejora de los sistemas de control migratorio". 

Cambio climático

La Estrategia Nacional de Seguridad Marítima también apunta al cambio climático como un factor de riesgo que incide en los flujos migratorios. Así, señala que fenómenos meteorológicos extremos, el cambio del nivel del mar, la degradación de ecosistemas terrestres y marinos, la desertificación, el aumento de la incidencia y frecuencia de olas de calor, las sequías, la reducción de las disponibilidades de agua, las intrusiones de polvo sahariano, los incendios forestales e inundaciones y la pérdida de la biodiversidad están detrás del incremento de los desplazamientos migratorios desde las zonas más afectadas por estos factores, a los que se suma especialmente la contaminación marina generada por "una cada vez más intensa y acumulada actividad humana en las costas".

Seguridad Nacional considera "clave" la cooperación internacional con los organismos y agencias de la Unión Europea, para "hacer frente a fenómenos tan conectados entre sí como el crimen organizado, la delincuencia y los tráficos ilícitos por vía marítima". En particular, destacan que la inmigración irregular por vía marítima es un "reto", que requiere "la búsqueda de sinergias" entre las medidas tomadas dentro de la UE y las acciones bilaterales en las zonas de "mayor interés estratégico para España". Como acciones para actuar ante el desafío de las migraciones, apunta el informe, se reforzarán las capacidades en las los controles migratorios, mediante la modernización de la flota y los sistemas de vigilancia costera y en puerto con nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial.

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