M. CASTRO

El director general del Fondo Monetario Internacional, el gijonés Rodrigo Rato Figaredo, dio el campanazo informativo el pasado jueves al anunciar que renunciará al cargo a finales de octubre, tras la asamblea anual del organismo que dirige, un puesto al que renuncia a pocos meses de las elecciones generales en España, invocando motivos personales. Rato llega todos los meses de agosto a Gijón con sus hijos para pasar dos semanas de vacaciones. Este año será su último veraneo como director del FMI.

Durante años, Rodrigo Rato se alojó en la casa que la familia tenía en el solar que hoy ocupa el hotel Abba. Los últimos años alquila una casa en el barrio de La Corolla (Somió). La atención a sus hijos (entre 9 y 18 años), la asistencia a fiestas privadas, a las playas, a la Feria de Muestras, jugar al golf y visitar la iglesia de San Pedro, donde descansan los restos de sus padres, son algunas de las referencias de su estancia en la ciudad.

El verano de Rodrigo Rato tiene un marcado carácter familiar, no sólo por la atención a sus hijos, con los que también comparte momentos de ocio -como los paseos en bicicleta que cada mañana da con su hijo menor por los alrededores de Cabueñes-, sino también porque acude con frecuencia a la iglesia de San Pedro, en cuyo columbario descansan los restos de sus padres.

Su familia asturiana, especialmente por la rama de los Figaredo, es amplia. El 13 de agosto más de 60 Figaredo de cinco generaciones celebran una fiesta en La Concepción, una de las dos casas de los Figaredo en El Infanzón, junto a La riega. No es la única fiesta privada a la que acude en Gijón. También es habitual de la fiesta que se organiza en la casa de Somió del propietario de la Naviera Suardíaz, Pepe Riva Franco. Fuera de Gijón no se pierde la que ofrecen los Vega, en Ceceda, y los Vega de Anzo, en Grado.

Su tío José María Figaredo Sela y su primo Javier Nájera son dos de sus habituales contrincantes en el Club de Golf de Castiello, donde también integran su cuadrilla el médico José Luis Álvarez (nieto de El Ponticu), Pepe Riva Franco y el constructor madrileño Alfredo de Nicolás (marido de la gijonesa Begoña Fernández Tardeta).

Su rutina diaria en el verano gijonés también incluye baños en las playas de La Ñora y El Estaño o en la piscina del Real Club Astur de Regatas.

No se pierde una edición de la Feria de Muestras, acude habitualmente a una o dos corridas de toros en la feria de Begoña y guarda tiempo para recibir en Gijón a sus amigos de Ribadesella y Llanes.

Amante de los buenos coches y motos, en alguna ocasión se le puede ver por Gijón al volante de un flamante descapotable. En cuanto a los restaurantes que frecuenta, el que se lleva la palma es La Pondala, donde acude con mayor frecuencia. En alguna ocasión visita otros, como Los Nogales. El aperitivo le gusta tomarlo en Casa Víctor, en Somió.