Lara DÍAZ

La estructura rítmica de la música, sus particulares grafías y el análisis de los parámetros compositivos a lo largo de diferentes épocas centró ayer la segunda conferencia del ciclo «Buceando en la música. Los secretos del lenguaje musical», que, desde el pasado jueves, imparte en el Ateneo Jovellanos el maestro Fernando Menéndez Viejo. Como recordó José Luis Martínez, presidente de la asociación cultural, el programa aborda el estudio del lenguaje sonoro desde una perspectiva técnica y «se encuadra dentro de las actividades didácticas programadas por el centro con el fin de abrir el campo en todas las direcciones que amplíen nuestro bagaje cultural».

Como reflexión previa a su discurso, Menéndez Viejo quiso incidir en el permanente déficit que arrastra la enseñanza general española en materia musical, una tara agravada actualmente con la nueva reducción horaria de la materia impuesta por la ley Orgánica de Educación. «Estamos siempre con una asignatura pendiente en cuanto a la formación musical, por ello en muchos casos se carece de un «mínimum», de unos conocimientos básicos con los que disfrutar con mayor profundidad de este arte», lamentó el profesor.

La nueva sesión del ciclo ateneísta versó sobre los aspectos rítmicos de la música, trazando la escala desde los valores o microelementos de la estructura, hasta los denominados macroelementos que se traducen en el equilibrio general y la forma de las obras musicales. «El ritmo es la vida que tiene la pieza una vez encuadrada en los esquemas métricos. Es el alma de la música», subrayó el ponente. Los asistentes constataron los conceptos teóricos mediante audiciones ilustradas con diagramas pensados para facilitar un seguimiento de la escucha lo más cercano posible a la partitura. Menéndez Viejo quiso de nuevo otorgar al público un papel activo dentro de la charla y no dudó para ello en proponer juegos como la identificación de melodías a través de su esquema rítmico o la distinción de los diversos timbres instrumentales dentro de las composiciones. Sirviéndose de la variedad estilística de las propuestas escuchadas, el músico y director esbozó también algunos de los rasgos característicos del trabajo compositivo en diferentes etapas de la historia de la música. «Los compositores barrocos utilizaban la retórica, es decir, una serie de recursos musicales que ilustran el significado del texto», explicó sobre los versos del salmo «Laetatus sum» musicado por Monteverdi. La invención del metrónomo y las grafías de sus indicaciones, la distinción entre metros binarios y ternarios, la diferenciación de las texturas tímbricas y armónicas o la recurrencia de las ideas musicales y su función dentro de la composición fueron otros de los aspectos que complementaron la lección magistral.

La tercera conferencia del ciclo «Buceando en la música» se celebrará mañana, jueves, día 19, a las 19.00, dedicada a las estructuras melódica y polifónica.