«La Administración siempre ha mirado con recelo a los directores de los centros»

A. RUBIERA

-¿Qué ha llevado a los directores y miembros de equipos directivos a unirse en una Federación?

-Es una forma de compartir experiencia y enriquecernos mutuamente. Además, compartimos la idea de que la dirección escolar en España está resuelta de una forma insatisfactoria. Eso sí, no somos ni un grupo de presión ni un sindicato. Nos interesa hacer propuestas, y si resultan interesantes puede que las administraciones nos hagan caso; si no, no nos harán ninguno.

-La LOE reconoce la necesidad de darles autonomía y poder.

-Sí. Hemos participado en el trámite de la ley en el Consejo Escolar del Estado precisamente insistiendo en la necesidad de potenciar las direcciones y potenciar su liderazgo pedagógico. Nosotros también creemos que detrás de un proyecto educativo tiene que haber alguien que lo lidere y tire de él.

-¿Se dejarán evaluar como quiere la Administración?

-Los primeros que hemos hablado de evaluación, incluso del profesorado -lo que nos generó críticas-, hemos sido nosotros. Tenemos claro que si se inicia un proceso de mejora, ese proceso hay que evaluarlo. Sin eso no hay avance.

-¿Cuánto hay de voluntarismo y de labor ingrata en las funciones de un director de un centro público?

-De voluntarismo hay mucho. De labor ingrata, bastante. Pero queda un cachito de ilusión que es el que nos lleva a seguir intentando sacar proyectos adelante. Nuestro lamento es que de siempre nos hemos encontrado con la incomprensión de la Administración.

-¿En qué sentido?

-Pese a que somos sus representantes, en los centros nos miran con recelo. Tradicionalmente al modelo de dirección escolar no se le ha dedicado suficiente análisis ni reflexión. Ha sido una dirección política, porque era elegida por el profesorado y consejo escolar, pero no respondía a criterios de mérito o capacidad. Nosotros reivindicamos una dirección seleccionada de forma democrática (con consulta a padres y profesores), y en base a un proyecto de dirección. Y cuando ese director sea nombrado, entonces que se le den las competencias que marca la ley sin regateos permanentes. Unas veces sí y otras no somos jefe de personal, responsable pedagógico... Sobre el papel tenemos muchas competencias, pero en la práctica pocas, y tienes que tirar por un proyecto, pero muchas veces te ves atado. Eso acaba por desmotivar.

-Una de las peticiones de la Federación es la de ser asesores de la Administración en políticas educativas. ¿Para qué?

-Para aportar realismo. Somos los únicos representantes de la Administración que estamos en los centros y pedimos presencia en los Consejos Escolares Autonómicos porque es ahí donde se informa y se hacen dictámenes de los proyectos legislativos. Nosotros podemos dar un baño de realismo a cuestiones que a veces son inaplicables o tienen problemas.

-¿Tienen problemas para reivindicar su autoridad ante los compañeros docentes?

-Sí. Pero en eso lo que pensamos es que la autoridad hay que ejercerla cada día y demostrar que se sabe ejercer. Lo otro sería un abuso de poder, que en una institución escolar no tendría mucho sentido.

-¿Educación para la Ciudadanía está dando problemas?

-En nuestro grupo nadie ha planteado que haya grandes problemas. En lo que estamos de acuerdo es en que la objeción no es una solución. Aunque en los centros públicos no hemos detectado objetores, lo que nos parece es que una ley o se recurre o se cumple. En Madrid, por ejemplo, la Comunidad ya ha dicho que se va a permitir la objeción. Eso nos planteará un problema muy serio, porque si un chico no ha cursado una asignatura, ¿qué pasa a la hora de emitir un título?

José Antonio Martínez

Director del IES Pío Baroja de Madrid.

Lleva 32 años como docente en la red pública y 23 de ellos ejerciendo como director.

Es presidente de la Federación Nacional de Asociaciones de Equipos Directivos de Centros Públicos de Secundaria (FEDADi), entidad creada en Murcia en el año 2005. Con anterioridad ya era (aún lo es) presidente de la Asociación de Equipos Directivos de IES de la Comunidad de Madrid.

Además, José Antonio Martínez es miembro del Consejo Escolar del Estado como «personalidad de reconocido prestigio».