M. IGLESIAS

Cada año los centros educativos de la ciudad despiden a pelotones de alumnos dispuestos a decir adiós a una etapa y a iniciar otra nueva. Ayer, varios colegios acogieron sus actos de graduación, como el Instituto Doña Jimena, el Corazón de María, las Dominicas, el Revillagigedo o la Inmaculada.

«¿Qué habrá sido de las ilusiones que vuestros padres ponían a la hora de acompañaros por primera vez hasta las puertas del centro? ¿Se habrán cumplido?», se preguntaba ayer el director del Codema, Alfredo García, ante la promoción de cien alumnos de Bachillerato. El acto del Corazón de María también contó con las palabras del padre de la alumna Alba Gallego, del jefe de estudios, Simón Cortina, así como de dos de los alumnos, María Acuña y Andrés Meana. Tras la entrega de orlas y la imposición de insignias, se celebró la eucaristía religiosa, presidida por Pedro Belderrain.

«Queremos recordaros que estaremos siempre aquí para lo que necesitéis y que podéis considerar el instituto como algo vuestro que siempre recordaréis con cariño», decía una emocionada directora del Doña Jimena, Leontina Alonso. Durante el acto académico los 97 alumnos que se graduaban recibieron el pin del instituto y un CD con fotos recordatorias. Asimismo, los docentes entregaron un diploma a los estudiantes que cursaron como segunda lengua el francés. Mención especial tuvieron los alumnos que obtuvieron matrícula de honor durante el pasado curso escolar, que fueron Inés Costales, Silvia de la Torre, Marina Moreno, Mario Prieto, Felipe López y Álvaro Sánchez.

«Mantener lo que resulta imprescindible, crear o inventar lo realmente necesario y deshacernos lo inútil y nocivo». Con estas palabras inició la directora del colegio de las Dominicas, Lourdes Rodríguez, el discurso de graduación de los veintitrés alumnos que se despedían del centro escolar. El acto de graduación de las Dominicas contó también con los discursos de la profesora Margarita Fernández y de los alumnos Sandra Grupeli y Naiara Triver. Los alumnos recibieron la orla y la insignia del centro, así como un vídeo recordatorio de su paso por el colegio.

En la Inmaculada también despidieron a otra promoción, en concreto a 78 estudiantes de Bachillerato, quienes recibieron en manos de sus profesores los diplomas y las orlas como recuerdo a su trayectoria por el centro.

Los estudiantes de Formación Profesional del Revillagigedo prefirieron celebrar la graduación en las instalaciones del Ateneo de La Calzada, lugar en el que se reunieron familiares, profesores y el centenar de alumnos que despedían su etapa en el centro educativo. a quien se les impuso la insignia de antiguos alumnos de la compañía de Jesús.