M. C.

La dirección de El Musel optó en septiembre de 2006 por el proyecto de Nátura, que competía por la concesión de los terrenos en La Osa con otros seis grupos empresariales. Nátura está liderado por el grupo Jiménez Belinchón, firma cuya actividad principal es la construcción de estructuras metálicas para la producción de energía eléctrica. También tiene participación en la sociedad que controla la red de televisión y radio por cable de Castilla-La Mancha. A sus accionistas se les considera con buenas relaciones con destacados líderes políticos socialistas de esa autonomía.

Jiménez Belinchón es también uno de los grupos con más experiencia en la producción de biodiésel en España. En Nátura están asociados con Ahorro Corporación y Anlogar, aunque son ellos quienes llevan el peso de la empresa. De hecho, el presidente de Nátura, Juan Carlos Jiménez Sánchez -que ayer no pudo ser localizado por este periódico en su despacho al encontrarse de viaje- es el vicepresidente del grupo Jiménez Belinchón.

El proyecto por el que se hicieron con la concesión planteaba que inicialmente iban a mover unas 400.000 toneladas de mercancía por vía marítima, con la importación de aceites vegetales de Brasil y Argentina, y la exportación de parte del biodiésel a Alemania y Francia. La inversión iba a ser de 40 millones de euros, a los que se añadirían otros 10 millones para una planta de producción de electricidad quemando la glicerina generada en el proceso de producción de biodiésel. Al menos se crearían 40 empleos directos

La empresa anunció durante el acto de colocación de la primera piedra que a medio plazo iban a duplicar sus cifras, esto es, una producción de 500.000 toneladas de biodiésel (unos 600 millones de litros) y unos tráficos portuarios anuales de 800.000 toneladas, con lo que la de Gijón se convertiría en la mayor fábrica de biodiésel del mundo. Al final sólo lo ha sido sobre el papel.