R. GARCÍA

Isidro Rubén G. A., el vecino de Carreño detenido el pasado viernes mientras grababa a unas niñas que se duchaban desnudas en la playa de San Lorenzo, tomaba medicación por prescripción psiquiátrica. El acusado pretende exponer en su defensa que sufre problemas mentales que lo obligan a medicarse, lo que deberá probar ante el Juzgado de instrucción que sigue su caso. El detenido, de 40 años, fue pillado «in fraganti» por un ciudadano a la altura de la escalera 13 del Muro mientras grababa a un grupo de cuatro niñas entre los 6 y los 10 años. El viandante avisó a la Policía Local y los agentes procedieron a su detención.

Isidro Rubén G. A. trabaja como electricista. «Parecía una persona normal, nosotros pensábamos que no tenía nada que esconder», señalan los propietarios de negocios cercanos al del acusado en el barrio de Pumarín. «Nunca le notamos nada raro», añaden sorprendidos.

El detenido abrió el negocio de instalaciones eléctricas hace ya varios años en compañía de varios socios, con los que hubo «numerosos problemas». Tantos que Isidro Rubén G. A. llegó a quedarse solo al frente de la empresa. El electricista es conocido en Pumarín, ya que ha montado en ese barrio numerosas instalaciones de electricidad. Tras declarar ante el juez de instrucción, el hombre quedó en libertad, pero los comerciantes de locales cercanos aseguran que no lo han vuelto a ver por la zona. «Lo último que vimos fue a los funcionarios de la Policía entrar en su negocio para inspeccionar sus ordenadores y todo lo que tenía allí dentro», señalaron.

La investigación policial ha determinado que no era la primera vez que el acusado grababa a menores. Los policías han encontrado, tras la inspección de material informático de su propiedad, varios archivos en los que se ve a niñas pequeñas. Son imágenes borrosas y con poca calidad supuestamente tomadas desde una considerable distancia y mientras el delincuente disimulaba su actividad, fingiendo que hablaba por teléfono. Ahora los agentes del Cuerpo Nacional de Policía continúan trabajando para saber si el acusado difundía las imágenes a través de internet, lo que podría agravar el delito al que se enfrenta.

El único material que los agentes no pueden investigar es la tarjeta de memoria del teléfono móvil que utilizaba para captar en vídeo a las niñas desnudas cuando fue detenido, ya que el acusado se la tragó antes de que los agentes se la reclamaran como prueba.

El detenido

Isidro Rubén G. A., vecino de Carreño de 40 años y propietario de un negocio de instalaciones eléctricas en Pumarín.

El proceso

El acusado fue detenido el viernes alrededor de las ocho de la tarde en la playa de San Lorenzo, a la altura de la escalera 13, mientras grababa a un grupo de niñas entre los 6 y los 10 años que se duchaban desnudas.

Sorpresa en Pumarín

Los que lo conocen, propietarios de negocios en Pumarín, lo definen como una persona «normal», que no tenía «nada que esconder».