M. CASTRO / E. MÉNDEZ

-¿Qué papel juega el movimiento ecologista?

-El ecologismo tiene cada vez un peso más importante en la sociedad. Todo el mundo habla de sostenibilidad, aunque muchos no saben lo que es o hablan de reciclaje, aunque luego no lo hagan. Lo que hace falta es la concreción de ese discurso. El problema de los grupos ecologistas es que estamos muy divididos y eso nos dificulta llegar a la sociedad. Hace poco di una charla en La Calzada y les informé de la línea de alta tensión que van a construir en Tremañes. Quedaron asustados, porque desconocían el tema.

-¿A qué se refiere?

-Una línea que va a ir de Carrió a una subestación en Tremañes, de 400.000 voltios. Es el mismo tipo de línea a la que ahora mismo tiene a todo León en contra, pero en Gijón nadie ha dicho ni «mu».

-¿Cuál es el problema?

-El impacto visual y la duda de cómo afectan a la salud: hay estudios científicos independientes, hechos en Inglaterra, que relacionan su cercanía con el aumento de casos de algunas enfermedades oncológicas (cáncer), en especial entre niños.

-¿Cuál es la alternativa? Porque de algún modo habrá que traer la electricidad.

-Pero esta línea no se necesita. Asturias tiene una capacidad de producción de electricidad que supera tres veces el consumo y somos la región con mayor fiabilidad de la red, según informes de Red Eléctrica Española. Si hasta ahora nunca tuvimos un problema, ¿para qué necesitamos esas nuevas líneas, que tendrán subestaciones en El Musel y en Tremañes? Son las mismas subestaciones a las que se opone el Ayuntamiento de Grado y en Gijón nadie dice nada, sólo la Coordinadora Ecoloxista. Son dos líneas que van a cruzar todo Gijón, una desde Carrió a El Musel y de ahí a Tremañes y otra de Carrió a Tremañes y de ahí al alto de la Madera. Y no sólo se callan las autoridades y los partidos, también las asociaciones vecinales.

-Habrá que hacer líneas si se van a construir más térmicas.

-La térmica de Aboño es el segundo mayor productor de CO2 de España y el mayor de Asturias, con más de 7 millones de toneladas emitidas al año a la atmósfera. En Asturias no van a cerrar ninguna térmica, pero además se van a abrir plantas de cogeneración, tenemos 13 parques eólicos operativos, pero es que hay 82 previstos, cuando aquí sobra energía. Es un disparate.

-Y ahora la regasificadora.

-Veremos si acaba viniendo, porque hay que recordar que las regasificadoras de Ferrol y Bilbao están bajo mínimos. La planta de biodiésel también estaba autorizada y nunca se hizo.

-¿Por qué se oponen?

-La regasificadora es una instalación muy peligrosa. Enagás había dicho en un principio que no la instalaba a menos de dos kilómetros de la población, pero va a estar a menos de dos kilómetros de viviendas. A lo mejor es que los vecinos de El Muselín y de Pescadores no cuentan. El peligro es que se produzca una explosión durante la descarga de los barcos. Prueba de ello es que un país como Estados Unidos no deja poner ninguna a menos de cinco millas (7,5 kilómetros). Es más, son partidarios de construirlas en el agua. Lo que se está haciendo aquí es un despropósito. Es una instalación peligrosa y además innecesaria. HC, cuando solicitó autorización para el ciclo combinado de Soto de Ribera, y ESBI, cuando la solicitó para el de Nubleo, dijeron que no necesitaban regasificadora, que bastaba con el gasoducto previsto para conectar Asturias con la regasificadora del País Vasco.

-¿Cómo ve la apuesta del Principado por centrales de gas?

-En los últimos años se han construido en España 50 térmicas de gas. Hace poco llegó a producirse la mitad de la energía que se consumió en España con aerogeneradores. Regiones de España que antes eran deficitarias y a las que les vendíamos ahora exportan energía. Todos los nuevos proyectos se han ralentizado. Por otro lado, nosotros estamos tragando todos los proyectos que rechazan otros sitios. A ESBI le denegaron instalarse en Cantabria, que es una región deficitaria. Si de lo que se trata es de sustituir centrales de carbón, más contaminantes, por las de gas, firmamos donde sea. Ahora, lo que se está planteando es abrir ciclos combinados sin cerrar térmicas de carbón. Nosotros somos partidarios de mantener la cuota de carbón asturiano, pero para quemar todo el carbón que se produce en Asturias es suficiente con una sola térmica. Pero una térmica en condiciones, con una planta desulfuradora que funcione continuamente.

-¿Acaso en térmicas como la de Aboño no ocurre tal cosa?

-No. Sólo funcionan el tiempo necesario para alcanzar los objetivos de emisiones que marca la ley. Luego paran la desulfuradora, porque supone una pérdida de rendimiento energético para la empresa.

-¿Cómo valora la calidad del aire en Asturias?

-Los límites de contaminación superan los que marcan las normas, por ejemplo, en partículas. En Gijón se superaron esos límites el año pasado en 101 días, según los datos del Principado. La norma dice que no se podrán superar más de 35 días. Estamos hablando de partículas de más de 10 micras, que son las que entran en el sistema bronquial.

-¿Cómo influye en la salud?

-Asturias encabeza con diferencia el ranking de morbilidad ambiental, con 375 casos por cada 10.000 habitantes, seguida de Vizcaya, con 250 casos.

-¿Dónde sobrevive entonces el paraíso natural, en los Oscos?

-Ni ahí. La estación que mide la contaminación de fondo en Asturias, que está en Torimbia (Llanes), tiene los peores valores de España, menos en dos apartados. Cuando el Instituto Carlos III, que depende del Ministerio de Sanidad, sacó el atlas de los casos de cáncer en España, con número de fallecidos por municipio, Asturias estaba entre los peores valores y, de hecho, encabeza los casos de cáncer de riñón, de laringe y de pulmón. Entonces salió la Consejería de Salud cuestionando esos resultados y anunciando que iba a hacer otro estudio, del que nunca se volvió a saber.

-¿Cómo valora el control que hacen las administraciones?

-Hay una tolerancia total. El Principado sólo cuenta con dos inspectores para controlar a las empresas que contaminan. La Policía Local ya ni va cuando los vecinos llaman para avisar del mal olor que hay en una zona de La Calzada por las noches. Un ejemplo ilustrativo: cuando hicimos la campaña contra la contaminación acústica usamos los datos de los sonómetros que tenía el Principado junto a las estaciones de contaminación atmosférica. En todas las estaciones de Gijón se superaban los límites permitidos en un 25% en el mejor de los casos. ¿Qué solución tomó el Principado? Quitó los sonómetros.

-¿Qué fue de la denuncia de vertidos ilegales de las dragas para los rellenos de El Musel?

-Veremos cómo acaban.

-¿Cree que la Administración se va a sancionar a sí misma?

-La experiencia nos dice que no.

-Y los sindicatos ¿no saben cuándo una empresa suelta lo que no debe?

-Y no sólo callan, sino que a veces llaman para amenazarnos e insultarnos cuando lo denunciamos.

«En Gijón van a poner líneas de alta tensión como las que tienen a todo León en contra y aquí nadie habla»

«La térmica de Aboño para la desulfuradora parte del año para lograr un rendimiento energético mayor»

El cuestionario:

-¿Qué talento desearía tener?

-La música.

-¿Cuándo y dónde ha sido más feliz?

-De vacaciones, visitando unas ruinas romanas en África.

-¿Qué reforma de la sociedad considera más urgente?

-El reparto de la riqueza.

-¿Un lugar de Gijón para perderse?

-La playa de La Cagonera.

-¿Mar o montaña?

-Mar.

-Aficiones.

-Cambiar el mundo.

Fructuoso Pontigo Concha

Nacido en Los Caleyos (Llanes) hace 48 años y vecino de Avilés, tras haber vivido unos años en Francia, se define como «un desertor del arado». Desde hace 13 años trabaja como agente de seguros. Afirma que trabajar como autónomo le permite no deberse a nadie. Es portavoz de la Coordinadora Ecoloxista de Asturies, que se creó en 1985. Casado, es padre de un hijo.