C. JIMÉNEZ

Lupo, una réplica en madera del «Elogio del Horizonte» presentada a modo de juguete de construcción da nombre a la última creación del arquitecto Fermín González Blanco, de raíces sierenses y con estudio en La Coruña. Se trata de en un sistema modular formado por un set de siete piezas, concebidas como bloques de construcción y proporcionales entre sí, que permiten gran variedad de combinaciones. Una de ellas, que verá la luz en 2010, es la recreación de la escultura de Chillida que desde 1990 luce en el Cerro de Santa Catalina. La obra, realizada en madera y con una atractiva presentación tanto para el público infantil como para el público adulto, está planteada como un juguete ecológico con un fuerte compromiso social. El sistema, con nombre de arquitecto romano y también el de una mascota muy querida por el autor, ha sido patentado con fines didácticos.

«Lupo está a medio camino entre marcas como Lego y Mecano, aunque se diferencia de los juguetes tradicionales de construcción por sus formas y su modo de unión que lo hacen más versátil y tridimensional», explica el «padre» de la criatura. La posibilidad de realizar una réplica de la obra del escultor donostiarra le llegaría tras varias colaboraciones con el Museo Chillida Leku. «Vimos que sus formas escultóricas tienen un componente arquitectónico muy fuerte y comenzamos a desarrollar modelos. Mi sorpresa fue que cuando se lo enseñé a Luis Chillida, el hijo mayor del escultor, me descubrió la coincidencia de que la obra original se había realizado antes del encofrado en poliestireno -el mismo material del sistema Lupo en tamaño grande-». Una coincidencia que le animó a continuar. «No se trata de hacer reproducciones sino de llenarlas de contenido. Para eso los documentalistas y educadores son fundamentales», subraya el arquitecto. El equipo de Blanco viene realizando desde hace tiempo una serie de exposiciones relacionadas con la arquitectura y la ingeniería. Como apoyo a estas presentaciones los museos les pedían actividades para la interpretación de los contenidos a los niños. De ahí surgió la idea de crear un juguete que permitiera crear estructuras a escala, permitiendo a grandes y pequeños experimentar de modo intuitivo y práctico con los volúmenes de su entorno. «La humanidad lleva construyendo desde sus orígenes y enfrentándose al problema de la gravedad, las estructuras y el material», reflexiona el arquitecto, entusiasmado con un sistema que ha entrado en colegios y ludotecas. Castros, puentes romanos, arcos románicos, estructuras metálicas, esqueletos de animales, árboles o un Fórmula 1. Todo puede desarrollarse con el sistema Lupo. También Chillida se presta al juego.

El origen del juguete se remonta a un proyecto desarrollado para el Ayuntamiento de La Coruña al objeto de impulsar la candidatura de la torre de Hércules como Patrimonio de la Humanidad. El arquitecto realizó una recreación del faro romano con cajas de marisco de porexpan. Ni el resultado ni el material le convencieron. Tras un largo proceso de pruebas dio con la solución: una pieza de madera laminada de 25 milímetros con zonas curvadas que se une al resto a través de espigas de carpintero. Así, Lupo puede crecer en todas las dimensiones. Incluso tiene réplica virtual. Centros culturales de todo el país ya lo han probado.

Datos

Qué es

Un sistema modular de múltiples aplicaciones orientado al campo de la didáctica.

Presentación

Eco Lupo (juguete de construcción en madera), Super Lupo (con piezas grandes en poliestireno) y Lupo Design (para mobiliario realizado con restos del corte de madera). Lupo Digital (versión inmaterial). Zamora, San Sebastián, Ciudad Real y Palma de Mallorca lo han incorporado a las didácticas en centros culturales. Por el momento ninguna institución asturiana se ha interesado por el proyecto.