M. C.

El ahorro de los costes de evacuación de la energía a tierra ha hecho que la primera alternativa para instalar el laboratorio eólico marino sea frente al cabo de Lastres, aunque no es un lugar que reúna las condiciones más idóneas. A pocos kilómetros de la costa ya se podría conectar a la red eléctrica. A eso se añade el paso de un cable submarino de telecomunicaciones por la zona, lo que facilitaría la conexión de los equipos del laboratorio, que se controlarán desde tierra.

El problema es que la ubicación del laboratorio eólico en esa zona supondría una traba para la experimentación con la energía de las olas, que tienen mejores condiciones en el occidente asturiano (Tapia, Navia, Valdés y Cudillero). Además, la intensidad del viento también es mayor en el occidente astur. El estudio de viabilidad económica del proyecto, en el que definirán sus costes y los potenciales ingresos, entre otras cosas por la generación de energía, puede hacer variar la ubicación escogida.