M. CASTRO

La Asociación de Vecinos «San Emiliano» de Vega ha solicitado al Ayuntamiento que tome medidas para lograr la recuperación medioambiental de los terrenos de Mina La Camocha, parte de cuyas escombreras ya se han usado como relleno de El Musel. La obra portuaria ha acabado y las escombreras siguen en pie. «Una vez satisfechas las conveniencias y peticiones de la UTE Dique Torres, vemos que se acaba el interés del Ayuntamiento por la eliminación de escombreras y balsas», señala el colectivo en un escrito remitido al Consistorio.

Los vecinos ya habían mostrado su malestar por el continuo trasiego de camiones con escombros hacia la obra portuaria, lo que habían tolerado con la esperanza de que «por fin se recuperasen ambientalmente los terrenos abandonados por la mina», algo que «sin embargo, no ha sucedido».

Cuando Dique Torres comenzó a cargar material en La Camocha, la alcaldesa, Paz Fernández Felgueroso, calificó de «necesidad» y «muy importante» para Gijón la eliminación de las escombreras de La Camocha, algo imprescindible para destinar el solar de la antigua mina a un parque empresarial. Felgueroso recordó entonces los problemas de inestabilidad de las escombreras y la obligación de eliminarlas, dentro de las labores de cierre de la explotación. Ahora la asociación vecinal de Vega reclama al Ayuntamiento que «actúe, de forma que ese interés (de la Alcaldesa) no quede reducido a palabras, sino que se traduzca en hechos, de forma que se haga realidad la recuperación medioambiental que debería haberse producido hace años», según el escrito remitido al Ayuntamiento.

Portavoces del colectivo vecinal recuerdan que en la Feria Internacional de Muestras de Asturias de 2006 la Alcaldesa presentó el proyecto de un parque empresarial para los terrenos de la mina, una vez que cerrara la explotación. El objetivo era que estuviera en funcionamiento a finales de 2009.

Aquellas expectativas no se cumplieron. Cualquier proyecto de futuro para los 336.644,60 m2 del solar de Mina La Camocha pasan por su previa limpieza, eliminando las dos escombreras y las balsas de lavado de carbón, que en conjunto se asientan sobre casi la mitad de los terrenos de la antigua mina. Los informes de la administración concursal estiman entre tres y seis años el plazo para esta limpieza. El Principado acaba de autorizar la explotación de las 813.230 toneladas de carbón de baja calidad (la mitad son estériles) que se estima que está depositado en la balsa de finos. El objetivo de la administración concursal es comercializarlo como combustible, mezclándolo con carbón mejor.