M. C.

Ochenta y cinco niños y adolescentes de toda Asturias, jaleados por unos 400 compañeros de colegio o instituto, participaron ayer en una competición promovida por la Fundación Scientia y la ingeniería GMV, para fomentar vocaciones científicas y tecnológicas entre alumnos de colegios e institutos con edades comprendidas entre los 10 y los 16 años.

Esbozar un proyecto de investigación científica relacionado con las biotecnologías o la medicina, crear un robot con material proporcionado por la marca de juguetes Lego y competir en una serie de pruebas con ese artilugio fueron los tres ejes de la competición. Dos de los equipos participantes, los del Colegio Santo Domingo de Navia y del Instituto Jerónimo González de Sama de Langreo, disputarán la final nacional.

El Colegio Santo Domingo fue el que mejor manejó su robot sobre la mesa de juego. El jurado también premió al equipo gijonés Engranajes Chisposos, con jóvenes de diversos centros educativos, por el mejor proyecto técnico de robot.

El proyecto científico del Instituto Jerónimo González fue el mejor. Realizaron una propuesta para investigar sobre el envejecimiento y el cáncer. Su propuesta es «crear bacterias a la carta, para detectar células tumorales y matarlas, mientras que en las células sanas alarguen los telómeros (el progresivo acortamiento de esta parte de los cromosomas es lo que provoca el envejecimiento) con la enzima telomerasa», explicaban ayer María de Juan y Aida Sariego, dos de las integrantes del equipo dirigido por los profesores Rosana Álvarez y Omar García.

En los proyectos científicos no se exigía que fueran realizables con el actual estado de la tecnología. Se valoraba que aportaran soluciones imaginativas, como la propuesta del Colegio Santo Domingo de buscar un mecanismo para copiar en un disco duro el cerebro humano, con sus recuerdos y sus emociones, de las personas que van a padecer alzheimer; el exoesqueleto equilibrador para mejorar la vida de los tetrapléjicos que propuso el equipo gijonés Robomaniacos; las camillas robotizadas para hacer el primer reconocimiento a los pacientes que ingresan en el servicio de urgencias que plantea el IES Cangas del Narcea; un aparato para ayudar a la movilidad de las personas con lesiones medulares como propuesta del Colegio Versalles de Avilés; un escáner tridimensional para detectar dolencias cardiacas, planteado por el equipo gijonés Brainstorm; el IES Isla de la Deva de Piedras Blancas propuso brazos biónicos para reparar miembros amputados; mecanismos para suministrar automáticamente plaquetas y medicación para el asma de los colegios gijoneses Menéndez Pidal y Santa Olaya o un baile para prevenir el síndrome del túnel carpiano del Colegio Batán de Mieres. GMV estudiará la viabilidad de las tres mejores ideas del próximo campeonato nacional.