M. C.

El concejal de Hacienda y candidato a la Alcaldía de Gijón por el PSOE, Santiago Martínez Argüelles, señaló ayer que la próxima Corporación municipal gijonesa tendrá que elaborar una ordenanza para regular el consumo de alcohol en la calle. Martínez Argüelles responde así al malestar de los vecinos del entorno de la calle Marqués de San Esteban y de la zona de San Agustín por los «botellones» que se repiten allí las noches y madrugadas de cada fin de semana. «Habrá que compatibilizar los usos sociales con la convivencia legítima a la que aspiran los vecinos», dijo.

¿Está en la mente del candidato habilitar un «botellódromo», como han hecho otras ciudades españolas para evitar molestias a los vecinos?: «Habrá que discutirlo, porque es una cuestión compleja y el balance de esas experiencias en otras ciudades es muy desigual», respondió el edil, quien insistió en que el «botellón» es un «uso social» que no se puede abordar sólo con prohibiciones y frente al que la capacidad de actuación de la Policía es limitada, porque ésta debe actuar dentro de «los márgenes que tiene».

«Es un hecho que existe y que ciertamente nos preocupa. Compartimos la preocupación de los vecinos. Estamos tratando de darle algún tipo de tratamiento legal, que no es sencillo, y que de cara al futuro y ya dentro del ámbito más de compromisos más que a corto plazo, lo digo como candidato, tendremos que abordar colectivamente la cuestión de los consumos de alcohol en la vía pública y debemos hacerlo en el marco de algún tipo de ordenanza o algún tipo de normativa local», señaló ayer en la Casa Consistorial. Una solución que a su juicio debe incluir el «diálogo con diversos colectivos, como los vecinos, las familias y los jóvenes».

Santiago Martínez Argüelles indicó que el «botellón» «no es un fenómeno ni estrictamente juvenil ni estrictamente gijonés; es un fenómeno más complejo, que tiene muchas aristas, que hay que tratar de abordarlo recopilando experiencias de otros sitios y también con toda la prudencia y toda la cautela para que sea eficaz para mejorar la convivencia ciudadana».

El candidato socialista reconoció que «tendremos que adoptar algún tipo de decisión en el futuro» ante el problema del «botellón» «con todas las cautelas, con toda la prudencia, pero también reconociendo que es una cuestión que tiene que estar en la agenda de la próxima Corporación».

Una ordenanza sobre la que el edil se limitó a señalar algunos de sus rasgos genéricos, como «que tiene que abordar cuestiones de convivencia, de limitaciones y de regulación. Creo que no sería bueno una solución que fuese sólo prohibir, tiene que haber intervenciones de tipo social en ese ámbito y complementar con cuestiones de ocio juvenil que ya estamos realizando».