C. JIMÉNEZ

Una persona de una inteligencia excepcional que ha sabido entender cómo el respeto a la biología y a la naturaleza es fundamental para una convivencia pacífica, razonable y duradera. El presidente de la Sociedad Internacional de Bioética (SIBI), Marcelo Palacios, recordaba con estas palabras el legado del profesor Van Rensselaer Potter durante la inauguración de la calle del Parque Científico y Tecnológico de Gijón que lleva el nombre del que está considerado padre de la bioética.

Fue su nieta, Lisa Potter, quien agradeció en nombre de toda la familia el reconocimiento que se le brindaba en Gijón. La anterior Corporación socialista decidió a finales de 2009 dar el nombre de ocho pioneros de la ciencia al nuevo callejero del Parque Tecnológico, entre ellos el propio profesor Potter, fallecido en 2001. «Yo confío en que él sabe que aquí en Gijón se está reconociendo su trabajo y recordando la importancia de la herencia y el legado que deja atrás mi abuelo», manifestó su nieta.

La SIBI planteó en su día la candidatura del profesor Potter para el premio Nobel, pero fue rechazada puesto que estos galardones no incluyen la categoría de bioética, explicó Palacios. «En cualquier caso, es merecedor de esto y de mucho más. Que Gijón sea la ciudad en la que está la primera calle que se dedica a Potter nos honra a todos», subrayó el presidente de la SIBI, confiado en que en las últimas palabras del padre de la bioética, que se despidió diciendo «Adiós y muchas gracias», estaba implícito un recuerdo a la ciudad de Gijón, «el primer lugar donde se reconoció ampliamente su trabajo».

Aprovechando este acto, la alcaldesa, Carmen Moriyón, instó a trabajar en la misma línea que el bioquímico estadounidense para impedir «que el medio ambiente pague las consecuencias de un progreso imparable». Según el presidente de la SIBI, Potter fue un firme defensor de la «convivencia armónica» entre el desarrollo científico y tecnológico y el respeto a los derechos humanos y la Naturaleza. Para la regidora gijonesa, la calle inaugurada ayer es una llamada de atención a la búsqueda de un desarrollo sostenible. «Desde este Ayuntamiento haremos todo lo posible para paliar las consecuencias ambientales del progreso», remarcó.