M. CASTRO

Arcelor-Mittal acumula pedidos por unas 50.000 toneladas de carril de cabeza endurecida, un tipo de raíl especial cuya comercialización inició en enero, tras invertir 25 millones de euros en el tren de carril de Veriña para poder fabricar este producto. La multinacional sólo cuenta con instalaciones capaces de hacer este tipo de raíles en su factoría de Steelton (EE UU) y Gijón.

El éxito de la inversión queda claro si se tiene en cuenta que la previsión al acometer la inversión era que en la factoría gijonesa se produjeran anualmente del orden de 110.000 toneladas de carril endurecido. En lo que va de año ya se ha contratado más de la mitad de esa producción, ya que a las 50.000 toneladas de pedidos actuales hay que sumar otros miles más de pedidos ya servidos desde enero para el continente americano. El tren de carril tiene una capacidad teórica de producción de 600.000 toneladas. Sin embargo, en 2011 sólo produjo 164.000 toneladas. Con la producción de carril endurecido, está recuperando fuelle.

El inicio de comercialización de este tipo de raíles tuvo lugar en enero, después de que la instalación gijonesa superara las pruebas de homologación que exigen los compradores, tras semanas de ensayos en la instalación. Los inicios no fueron fáciles, incluyendo dos averías en la nueva máquina provocadas por dos piezas defectuosas suministradas por un fabricante francés. Tras el cambio de esas piezas no ha habido problemas y ahora están en lista de espera pedidos para países del este de Europa y Sudamérica. Los mayores pedidos son para dos de los países bálticos, Lituania y Letonia, para el tendido de líneas férreas que darán servicio a minas de esas regiones y que, por tanto, tendrán que soportar el paso de convoyes pesados cargados de mineral. Otro de los contratos recientes es para la Argentina. El último que se ha servido, el mes pasado, fue para Brasil, en ambos casos también relacionados con zonas de explotaciones mineras.

La inversión ha permitido a la factoría gijonesa ampliar su cartera de pedidos, algo fundamental en una situación como la actual, en la que los talleres de productos largos (trenes de carril y alambrón y acería de Veriña) son los que atraviesan mayores dificultades dentro de las factorías asturianas de la multinacional. De hecho, los sindicatos y la empresa han negociado el recorte de plantilla en estas instalaciones para mejorar sus costes de producción frente a otras plantas de la multinacional siderúrgica.

La ventaja es doble, dado que la nueva instalación permite a Arcelor suministrar raíles para líneas ferroviarias que soporten grandes cargas pesadas, pero también mejora su competitividad en los suministros en los que el cliente sólo quiere una parte menor de carril endurecido, para los cruces y curvas, un tipo de pedidos mixtos de carril normal y endurecido a los que hasta ahora no podía optar.

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