Luján PALACIOS

La crisis es mejor tomársela con calma. Eso es lo que han pensado los responsables del céntrico hotel San Miguel, que, en vista de las dificultades de los últimos tiempos, han decidido lanzar una oferta novedosa: menú y siesta en una de sus habitaciones por el precio total de 20 euros. Una iniciativa de la que «no tenemos constancia en ningún otro establecimiento de Asturias ni de España», y que se pone a disposición de los interesados en horario de 14.00 a 18.00 horas.

La responsable del hotel, Beatriz Cimadevilla, explica cómo esta llamativa propuesta nació de la necesidad de «adaptarnos, fijarnos un poco en la demanda y ofrecer a los clientes lo que necesitan». De esta manera, «vimos que muchos profesionales necesitaban un espacio para descansar después del trabajo, porque las condiciones hoy en día ya no son las mismas que hace unos años». Es el caso de los comerciales, los principales usuarios de esta oferta que lleva en vigor desde el mes pasado.

Hace unos meses, «venían a la ciudad para resolver sus negocios, y generalmente pernoctaban y se iban al día siguiente, después de descansar durante la noche», cuenta Cimadevilla. Hoy en día, en cambio, la directora del hotel ha percibido cómo «las empresas han empezado a recortar mucho y ya no les pagan las dietas de antes; por eso muchos nos comentaban que sería ideal disponer de un sitio en el que poder descansar después de comer para regresar a sus casas en el mismo día».

Son, sobre todo, clientes que vienen a la ciudad desde las provincias limítrofes, «de Cantabria, León o Galicia, que se ven obligados a hacer muchos kilómetros diariamente». De momento, es el perfil que mejor se adapta a esta iniciativa, pero no sólo ellos. También están llegando al hotel turistas que vienen a pasar el día desde localidades no muy distantes que prefieren tomárselo con tranquilidad y sestear antes de proseguir con la caminata por la ciudad.

Desde que este servicio se puso en marcha, han disfrutado de él «unas 15 personas, y nos están llamando muchas otras interesadas en ella». La posibilidad de echar una siesta después de la comida podrá disfrutarse hasta el próximo día 28 de junio, justo antes del inicio de la temporada alta. «De momento, sólo estamos ofreciéndolo en esta franja, para no interferir con las entradas veraniegas, que esperamos que de una vez por todas empiecen a despegar», indica Beatriz Cimadevilla.

El hotel, fundado por su familia y con 18 años de andadura, se propone seguir innovando para captar a los nuevos clientes con sus nuevas circunstancias. «Hay que echarle imaginación, porque cruzados de brazos detrás del mostrador no llegan los usuarios», asegura Beatriz. Ahora, por lo menos, se irán más descansados.