Matemático, premio «Asturias Joven» de textos teatrales

Susana F. SERRÁN

Un ex drogadicto, una anciana a la que le han robado el bolso y una joven que cree en la inocencia de su novio. Guillermo Álvarez (Gijón, 1986) plantea en «Un caso de robo con agresión» un rompecabezas donde la inocencia y la culpabilidad se baten en duelo. Licenciado en Matemáticas por la Universidad Complutense de Madrid, Álvarez ha conseguido con su primera obra ganar el Premio «Asturias Joven» de textos teatrales 2011, lo que puede suponer todo un giro en su futuro. Ayer presentó el libro en la Biblioteca Pública de Candás.

-¿En qué momento se sintió atraído por el teatro?

-Como participante, empecé en los cursos de Gijón de «Abierto Hasta el Amanecer» iniciándome en realización teatral. Y como espectador, me sentí atraído incluso antes, yendo al teatro Jovellanos.

-¿Y cómo se lanzó a escribir «Un caso de robo con agresión»?

-No tuve claro que iba a ser una obra de teatro hasta el final. Lo primero que tuve en mente fueron unas ideas, una historia. Según trabajaba dicha historia, que claramente no tenía extensión para ser una novela, me daba cuenta de que los personajes eran tan cotidianos e interesantes en sí mismos, que se hacía innecesaria la voz del narrador. Así que opté por eliminarla. La trama se hace avanzar al espectador a través de los personajes: sus acciones y sus palabras. ¡Eso es teatro!

-Si las matemáticas son pura lógica, las artes son sentimientos. A la hora de escribir, ¿su formación le ayuda a o le dificulta?

-Definitivamente, me ayuda. En primer lugar, porque las matemáticas, que enseñan a construir estructuras complejas, sólidas y muy cohesionadas, tienen que ver automáticamente con el proceso constructivo de las ficciones. En segundo lugar, lo que pueden tener en común la ciencia y el arte es que ambas son formas de representar la realidad. Las cosas que no se pueden representar mediante números o variables cuantificables sí pueden expresarse mediante el arte como modelo de la realidad.

-Pitágoras ligaba la teoría de los números con la música. ¿Aquí podríamos ligarla con la novela policíaca?

-Sí, en términos de género parece que lo más parecido al razonamiento matemático es el policíaco, en el sentido de que hay que sacar pistas y conclusiones. Y luego en términos dramáticos, como forma de representar la realidad, los números y el arte no se alejan tanto.

-Cuando se pone a escribir, ¿conoce desde el principio la resolución final?

-Depende de lo que escriba. En general, las historias de este tipo, lo gratificante que tienen para el escritor es que se suelen empezar por el final. Uno empieza por la resolución que le gusta y está tranquilo porque sabe cómo va a terminar y qué elementos se pueden utilizar para crear sorpresa. En esta obra concreta, sí que conocía el final y todo lo que iba a pasar.

-Como si de un teorema se tratara, ¿quiso demostrar algo con el texto?

-En el caso del arte puede que no sea tanto una cuestión de demostrar sino de mostrar. En este caso, tenía una doble o triple intención. Quería hacer algo entretenido, y al mismo tiempo que tuviera cierta potencia conceptual, un final un tanto sorprendente y un mensaje de aliento al individuo maltratado.

-Comisaría, ex drogadictos. ¿Ha visto muchas películas de policías o es que le interesa mucho el tema?

-No sé si me interesa específicamente, porque también me interesan otros temas. Para una novela policial la presencia de la policía parece inevitable y, por otro lado, la policía representa la fuerza del sistema. Lo de que el protagonista sea un ex drogadicto se me hace interesante; que una persona que ha pasado por momentos de debilidad tenga la posibilidad de ver la vida con optimismo y, después, reconstruirla.

-El escenario de la obra parece Gijón. ¿Por qué aquí y no en Madrid?

-No diría que está ambientada en Gijón. Está ambientada en un lugar sin determinar. Puede parecer Gijón porque tiene usos de la lengua cotidianos, pero confío en que si alguien la lee en Madrid piense también que está ambientada allí.

-¿Le gustaría ver su obra representada en el Jovellanos?

-Sí, me gustaría mucho. Sobre todo si se hiciera con las intenciones con las que la escribí, y reforzando los aspectos positivos que quería ver en ella. He hablado con varias personas. He hecho los sondeos necesarios para que la gente sepa de ella, pero hasta el momento no se han hecho avances reales en ese sentido.