En la sesión de ayer también testificaron tres directivos de Hidrocantábrico; el director de generación, Florentino Blanco; el de la térmica de Aboño, Francisco Uría (padre de una becaria de la mina) y el de aprovisionamientos, Francisco Javier Bragado. Entre agosto de 1999 y principios de 2000 la térmica hizo controles en los que detectó la mezcla de carbón ajeno con el de Mina La Camocha y se lo puso de manifiesto a la empresa minera en cartas dirigidas a la compañía o a su director de servicios, Víctor Zapico, quien negó haber importado mineral.

La magistrada, Rosario Fernández Hevia, preguntó ayer a los directivos acerca de la coincidencia de esos controles con el inicio de la investigación de la Guardia Civil. Uría admitió que "alguien podría haber comentado" a su superior que la mina estaba mezclando carbones, pero los directivos aclararon que esos controles eran aleatorios. HC entregó una muestra al Instituto del Carbón para su análisis. Blanco señaló que HC no se consideraba perjudicada por el supuesto fraude, dado que el Ministerio no le exigió la devolución de la subvención recibida por la térmica por quemar carbón nacional y que de hacerlo, lo hubiera repercutido sobre Mina La Camocha. El carbón importado, añadió, es de mayor calidad que el de las minas españolas. Los directivos aclararon que EdP no compra carbón a importadores. Lo importa directamente (lo descargan en EBHISA barcos de gran tonelaje).