Mientras su compañero el poeta Luis García Montero prepara la campaña para optar como candidato de Izquierda Unida (IU) a la presidencia de la Comunidad de Madrid, la escritora Almudena Grandes quiso arropar ayer a los aspirantes de la coalición en el Principado y en Gijón, Gaspar Llamazares y Aurelio Martín, respectivamente. Y lo hizo reuniéndose con representantes del mundo cultural asturiano y sin rehuir la entrada en harina local: "Venía a la 'Semana negra' todos los años y creo que se fue para no volver, y el Festival de Cine de Gijón ha perdido la importancia que tenía; convendría revitalizar ese prestigio".

La novelista, quien confesó que está más concentrada que de costumbre en la campaña madrileña, acusó al Gobierno de Rajoy, además, de "tratar a la cultura como a un enemigo" y reprochó al Partido Popular (PP) una actitud que calificó de "hostil". "Y lo ha hecho ignorando el impacto de las industrias culturales sobre el empleo", indicó, antes de describir como una "salvajada" que las publicaciones pornográficas paguen un 4 por ciento de IVA frente al 21 que se aplica a manifestaciones culturales como el teatro o el cine. "El IVA es la punta del iceberg de esa hostilidad", añadió.

A juicio de Almudena Grandes, la política cultural que ha seguido el Ejecutivo de Rajoy está orientada a "garantizar ciudadanos dóciles". La escritora defendió la importancia que la cultura tiene, en su opinión, para la izquierda y defendió una cultura "participativa". "Se ha abandonado la cultura de base vinculada a los barrios; hay mucho que recuperar", dijo, antes de buscar un punto de consuelo: "En todas las calamidades hay una alegría, y en este caso es que, pese a ese hostigamiento, no han podido con nosotros y la vida cultural ha encontrado otros cauces".

Para Llamazares, las políticas culturales del PP han sido "el tiempo de la venganza contra la conciencia crítica". El diputado y candidato de IU denunció que el Gobierno socialista de Javier Fernández ha recortado las inversiones culturales en Asturias en un 30 por ciento, "como si fuera un lujo". "Tenemos una gran infraestructura cultural, pero carecemos de organización y de presupuesto", denunció, antes de pedir "un giro copernicano hacia la cultura popular" y exigir la cooficialidad de la lengua asturiana.

"Nosotros reivindicamos la cultura como una palanca del cambio estratégico; queremos un Gijón con alma, no una mera administración para una ciudad en crisis que carece de proyecto", señaló, por su parte, Aurelio Martín. Este recordó que la ciudad tiene más de mil asociaciones, cien de ellas culturales.