Una perforación con bastante dificultad que obliga a realizar movimientos de tierra semejantes a una urbanización de mayor envergadura que lo que tradicionalmente implica una red de distribución eléctrica. Así explican los responsables de Edp la intervención relizada para mejorar la calidad y seguridad del suministro. El transporte de las bobinas tiene que salvar puentes y pasos que imposibilitan disponer de un único tramo. Para unirlos se han construido dos cámaras de empalme, una en la zona del polígono de Mora Garay y otra en el poblado de Santa Bárbara. La nueva línea tiene una longitud de 2 kilómetros y discurre principalmente subterránea salvo en la zona de la fuente de La Mortera, que el pasado es aéreo. A partir del campo de La Braña pasa a ser subterránea hasta la estación Gijón Norte.

Como ejemplo de la garantía que ofrece la red actual , Manuel Rodríguez especificó que el tiempo de interrupción del suministro el año pasado fue de 29 minutos. "En los últimos cuatro años somos la única empressa que se encuentra por debajo de los 45 minutos", especificó el director de Redes.