La Carpa del Encuentro, en el recinto ferial del antiguo astillero de Naval Gijón, acogió ayer la clausura de la vigésima octava edición de la "Semana negra". Los directores de la cita, José Luis Paraja y Ángel de la Calle, hicieron repaso de un encuentro que ha batido el récord de participación de autores (más de 185), con 210 actividades. Tienen en marcha ya el festival del próximo año y quieren organizar algo más importante en 2017, cuando se cumplan las tres décadas del nacimiento del mayor certamen español de literatura de género.

"Para algunas generaciones de gijoneses, que haya 'Semana' es igual que la existencia de la playa", dijo De la Calle, quien calificó esta edición de "complicada". "Sí, pero llevamos veintiocho años complicados; hemos vivido en este alambre siempre y a él estamos sujetados", dijo, antes de pedir a los nuevos responsables municipales "medidas exepcionales para actividades exepcionales y sin que nadie resulte perjudicado", en relación a la propuesta -paralizada en esta edición- para adelantar los horarios de cierre. De la Calle hizo resaltar, además, que la 'Semana' lleva cuatro años en la más absoluta "resistencia económica", después de los ajustes justificados por la crisis y con un recorte dinerario del 40 por ciento. Tiene un presupuesto de 600.000 euros. "Aquí no hay beneficios, lo que recaudamos se gasta", añadió.

Paraja agradeció, por su parte, los apoyos que recibe el festival: del Ayuntamiento a la Consejería de Cultura, pasando por varias empresas municipales (Emulsa, Emtusa o la EMA), además de policía, bomberos y el personal que colabora con la 'Semana'. A De la Calle le gusta el recinto del viejo astillero de Naval Gijón, aunque recordó que el espacio ideal para el festival es el que se urbanizó junto a la glorieta de Albert Einstein. La Universidad de Oviedo se ha opuesto a esa solución. A la clausura acudieron concejales del PSOE (José María Pérez, Marina Pineda y Lara Martínez) y de IU (Aurelio Martín y Ana Castaño), además del senador Vicente Álvarez Areces.