Carmen Alborch: "El PP ha machacado la cultura y despreciado el talento creativo"

"En España el poder está muy focalizado en personas jóvenes, pero Hillary Clinton presidirá Estados Unidos con 68 años, los mismos que tengo yo". Carmen Alborch, senadora del PSOE, y ministra de Cultura entre 1993 y 1996, presentó ayer en el Antiguo Instituto su libro "Los placeres de la edad", una reflexión sobre el envejecimiento, "en el que hago un repaso de quince placeres, que empiezan con el de la vida, y termina en el poder, y que pasa también por otros como el amor o la sexualidad", explicó.

A menos de tres semanas para que se celebren las elecciones generales, Alborch denunció que "el modelo actual del Partido Popular ha machacado la cultura con el IVA del 21% y además ha despreciado el talento creativo, y se manifiesta cada vez que habla de forma despectiva el ministro Cristóbal Montoro". Además también recordó que su partido planteará un nuevo "Pacto de Toledo" que repercuta en un refuerzo de las pensiones. "Tiene que haber inversión en el bienestar de la ciudadanía sea cual sea la edad que tengamos", apuntó.

Sobre su libro "Los placeres de la edad", Carmen Alborch indicó que "España es un buen país para envejecer, la esperanza de vida aumenta, y se vive más años y con la mayor calidad". Y añadió la necesidad de contar con la voz de la experiencia para afrontar el día a día de las generaciones futuras. "En la sociedad en la que vivimos son necesarios todos los talentos; debemos pensar lo que podemos aportar a la sociedad en este momento complicado".

En su trabajo busca un prisma diferente a una etapa de la vida que muchos vinculan a un periodo triste y de inactividad. "Siempre se piensa en la vejez como pérdida, o algo negativo, y he puesto el foco en lo placentero, en lo que podemos disfrutar cuando somos mayores", dice Alborch, que subraya que "envejecemos de acuerdo a cómo hemos vivido".

En el plano personal, la senadora del PSOE tiene claro que el placer que más disfruta en estos años es el de la amistad. "Cuando somos mayores ya nos queremos como somos, nos aceptamos, y tenemos una complicidad y confianza especial. Nos reímos y luchamos, y eso es algo muy positivo", concluye.