En la parroquia gijonesa de La Pedrera tienen su pequeño acuartelamiento. No pasan allí diariamente horas, pero sí se juntan con cierta frecuencia para realizar ejercicios de tiro. El "banquillo" asturiano del ejército español no quiere perder ni la puntería ni la forma. Para ello, la delegación asturiana de la Asociación de Reservistas Españoles (ARES) planifica una intensa agenda de actividades al año con el fin de "mantenerse al pie del cañón".
La reserva asturiana -compuesta por aquellos que se vinculan de manera temporal y voluntaria con las fuerzas armadas asumiendo un compromiso de disponibilidad para acudir a filas cuando se les llame- suma en torno a cien voluntarios, 34 de los cuales conforman el núcleo más activo al estar agrupados en la delegación de ARES, pionera en programación de actividades y una de las más activas del panorama nacional en los últimos tiempos.
En la Sociedad Gijonesa de Tiro (Sogito), en La Pedrera, los reservistas son muy bien recibidos. Allí practican ejercicios que desde ARES de Asturias consideran relevantes dado que las fuerzas armadas no llaman a filas con frecuencia a sus reservistas. "La razón es muy sencilla, las activaciones son escasas y, en beneficio de la reserva voluntaria y de las Fuerzas Armadas, los asociados tomamos la decisión de seguir formándonos y actualizándonos mas a menudo", explican desde la directiva de la delegación, presidida por Benigno Maújo y que tiene en su directiva a uno de los reservistas más jóvenes de España, Enrique Costales, de 29 años. Él es una de las razonas por las que los reservistas asturianos han incrementado su actividad notablemente en el último año.
ARES ha intensificado además su relación con Delegación de Defensa y entidades militares de la región. Obtienen así colaboración para mantener en forma a los reservistas asturianos. Para el año que termina, la asociación "aprobó en su asamblea general un documento estratégico y de acción, para mejorar las capacidades militares de los reservistas, mantener la cohesión y comunicación interna, colaborar con la Delegación de Defensa en Asturias -una de las que más apoyan a sus reservistas- y divulgar los valores militares y de la cultura de defensa en general". Objetivo en el que esperan profundizar en el próximo año.
Fruto de ello, ARES de Asturias ha protagonizado numerosas actividades y cursos. Es el caso de algunas de carácter deportivo o que tienen que ver con habilidades militares: defensa personal, tiro, recarga de cartuchería, recorridos de tiro práctico (IPSC,) montañismo, marchas, emergencias, primeros auxilios o piragüismo, entre otras. A ello hay que añadir otras acciones destinadas a divulgar cuestiones castrenses, tales como ciclos de conferencias o visitas a centros militares. Además, no se olvidan de dar visibilidad a su condición de reservistas, como ocurre cuando actúan como escoltas en procesiones o actos civiles.
El objetivo es permanecer en movimiento para responder con disciplina ante una posible llamada de las Fuerzas Armadas. "En la última asamblea general de la delegación de ARES en Asturias se decidió encauzar todas las actividades a través de nuestra asociación y darle un mayor volumen a las mismas, ya que si bien es cierto que las activaciones son escasas los reservistas no se amedrentan y son más participativos", explican desde la directiva del colectivo.
Sin embargo, dadas las circunstancias actuales, el ascenso del autodenominado Estado Islámico y la escalada de tensión derivada de su actos terroristas de corte yihadista, la necesidad de mantenerse en forma quizá cobre más sentido. Y, si España necesita defenderse, sus reservistas asturianos se mantienen en forma para ayudar. "Tratamos de estar lo mejor preparados posible y cumplir con nuestra misión cuando seamos llamados a cumplir nuestro compromiso con el Ejército", sentencia Benigno Maújo.
