No hay Antroxu gijonés sin pregón ni pregón de Antroxu gijonés sin coña marinera. Ayer, día de inauguración de los fastos carnavalescos en la ciudad, la retranca llegó por mar transmutada en oricios parlantes, seña gijonesa donde las haya, para repasar, como viene siendo habitual, la actualidad de aquí y de allá. Los actores de "Higiénico Papel Teatro" tiraron de lo de casa para hablar de lo del mundo por boca de Horacio y Mauricio, "dos oricios asturianos de pura cepa, una delicatesen", afirmaron ante un público entregado, con las charangas de la ciudad recién desfiladas desde Begoña para calentar motores de cara a lo que se les viene encima.

Un par de pregoneros encantados de asomarse al balcón del Ayuntamiento, porque "tamos como Igartiburu y Ramonchu dando les campanaes. Como Zipi y Zape. Como Iglesias y Errejón. O como Mariano y Soraya", relataron para risión general, aunque "mejor lo dejamos como Zipi y Zape, que tienen más credibilidá", remataron antes de intercalar un número musical y de seguir ahondando en la actualidad política, con un inesperado corte de micrófono momentáneo. "Ye el Ayuntamiento, que debía un mes de luz", bromearon los pregoneros.

"Menudos pelos que traes, pareces de los de Podemos. ¿Nun tendrás piojos?", le espetó un oricio al otro. "No home non, tengo quisquilles", respondió el aludido antes de repasar los muchos chigres y pinchos y campeonatos de pinchos que proliferan todo el año en Gijón. También recordaron al recientemente fallecido David Bowie y a la representante de España en el próximo festival de Eurovisión (para reivindicar una canción "n'asturiano, porque esa moza que va a cantar n'inglés, que no la entiende ni su madre, a saber lo que dirá").

Y con un tiempo tan atípico como el de este año "a ver si llega l'inviernu y a ver si llega'l gobiernu", clamaron los oricios parleros, que "estos políticos nun s'aclaren, nin se arreglen. Tan mareando la perdiz, son como guajes, tol día cambiando cromos", relató Horacio, que "mamina lo que tarden en ponese de acuerdo, y equí igual, mira la Tabacalera...", anunció Mauricio antes de cantar a grito pelado aquello de "Fumando espero, que lleguen a un acuerdo/ mientras lo piensen, aquello ya cayendo, y nun deciden si hoteles o museos/ que faigan un teatro, eso sería Fetén".

Y lo mismo con la estación, que "a esti pasu va a ser una estación espacial", aunque para monerse de acuerdo "unes docenes de oricios y unes cajines de sidra", a ver si se da solución al Solarón "que está verdino que da gusto velu". Y también los carriles bici, y la contaminación, y el Muro, y el Sporting, que "los guajes y Abelardo tienen qu'aguantar en Primera".

De primera quiere ser también el Antroxu de este año, que ayer aprovechó el buen tiempo para conseguir llenazo en la plaza Mayor, las charangas por una vez libres de la lluvia, las ganas de fiesta latentes y las expectativas por todo lo alto. También en las alturas se sumó a la fiesta Pelayo, la regia estatua en la plaza del Marqués que está desde anoche transformada en David Bowie en peculiar homenaje playu. Hasta el martes, cuando se dé cumplimiento a la triste obligación de enterrar a la Sardina, Pelayo verá pasar ante sus ojos todo tipo de artefactos y personajes. Un derroche de buen humor que, una vez al año, de ninguna manera puede hacer daño.