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El "abuelo cervecero" es la caña

La colección del gijonés Juan García Tizón alcanza ya las 7.500 botellas de cerveza, 700 vasos y copas y 2.000 posavasos

Juan García Tizón, en su particular museo de la cerveza, en Gijón. JUAN PLAZA

"Es la tercera mayor colección de botellines de cerveza que hay en España", comenta Juan García Tizón, recolector de botellas, vasos y posavasos cerveceros llegados de cualquier rincón del planeta. Su particular museo, "El abuelo cervecero", fue inaugurado hace algo más de un año y se encuentra en la calle Juan Alonso, a escasos metros del domicilio de este peculiar coleccionista, jubilado del sector de la banca.

En torno a 7.500 botellas de cerveza, 700 vasos y copas y más de 2.000 posavasos componen el muestrario de García. "El problema de los vasos es que casi no se venden y lo tienes negro para conseguirlos", indica mientras señala uno de Estrella Galicia que alberga en su bajo. "Los hay llegados de todos los lugares: éste, de Escocia; éste, americano..." -explica mientras señala con un puntero láser los recipientes de vidrio- "El primero de todos los que guardo me lo regaló mi hijo", recuerda García. El vaso en cuestión es de Estrella Damm, de plástico y se lo trajo de regalo tras un viaje a Portaventura. Con él se dio inicio a una colección de vasos que en el último año se ha incrementado en 200 unidades.

Más son las botellas de cerveza que ha adquirido en el mismo tiempo, nada menos que 2.500. De diferentes marcas, tamaños, graduación y embotelladas en diferentes países, hasta el próximo 4 de septiembre se pueden visitar con motivo de la Asturies Summer Beer Festival, inaugurada en la tarde de ayer en la plaza de toros de El Bibio. "El año pasado fui de vacaciones a Bélgica y a la hora de facturar de vuelta tuve que pagar 30 euros más por excederme en el equipaje. Era por la cantidad de botellas que había comprado", rememora García. El local en el que almacena todos estos objetos relacionados con la cerveza se le empieza a quedar pequeño, motivo por el cual augura que "en algún momento tendré que dejar de coleccionar". Pese a lo exótica de su exposición, las tres últimas botellas de cerveza son de Amstel, lo que García achaca a que "los bares ponen muchos impedimentos para venderlas".

También de este verano es la colección de 110 nuevos envases que ha sacado la compañía 'Estrella Galicia' y que García muestra orgulloso, con todos y cada uno de los envases que la componen. Uno de los más valiosos que regenta su colección es el botellín de la África Star, una cerveza ceutí que se dejó de fabricar hace veinte años y cuyo precio, estima García, puede rondar "los 150 euros fácilmente". "A todas les tengo mucho cariño, pero unas de las que más ilusión me hace tener son las botellas de Lupita, importadas de Nicaragua".

De las pocas cosas que García ya no colecciona son las latas de cerveza. El motivo: tuvo que elegir entre las latas o los botellines. Y se decantó por los segundos, claro. Pese a lo increíble de su colección, bromea que a veces a sus amigos no les hace gracia que "tenga botellas sin empezar y no se las regale". Además, según explica el propio coleccionista, muchas de sus cervezas "están entre las mejor valoradas", acorde a una página web que da una valoración a las bebidas que oscilan "entre los 0 y los 200 puntos; yo tengo varias de 200", y añade que "para que os hagáis una idea, una Mahou puede tener un 15 en valoración". Así es el museo de este fanático de los envases de cerveza, por el que "no he recibido ninguna oferta, pero tampoco está en venta", explica orgulloso. De lo que no cabe duda es que esta colección que atesora Juan García Tizón, es la caña.

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