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SHEILA POSADA GUERRA | PATINADORA DEL CLUB PELAYO, COMPITE EN SUS OCTAVOS CAMPEONATOS DEL MUNDO

La gijonesa de las medallas con ruedas

La patinadora, ingeniera de Telecomunicaciones con un brillante palmarés deportivo de referencia nacional, disputa un nuevo Mundial

La gijonesa de las medallas con ruedas

A Sheila Posada (Gijón, 18 febrero 1987) le calzaron unos patines prácticamente a la vez que los patucos. Hoy, unos cuantos años después, se encuentra en la localidad china de Ninjung disputando los que serán sus octavos Campeonatos del Mundo. Sheila vio desde que nació a su hermano Iván practicando el patinaje, que conoció como una actividad extraescolar en el colegio Eduardo Martínez Torner, de La Calzada, a donde la pequeña le acompañaba mientras entrenaba. Allí fue donde se puso unos de esos patines de cuatro ruedas y que se amarraban a unos zapatos comprados por sus padres en el popular establecimiento "Simago" y que tardó un suspiro en dominar. Con cuatro años y una equipación algo más "profesional" para la época Sheila Posada empezó a competir y a ganar. Con cinco años ya estaba federada y llamaba la atención en la mayoría de las competiciones de velocidad en las que participaba.

Su primer club fue el Algodonera, del que pasó al Calzada 92, entidad en la que estuvo poco tiempo porque en septiembre de 1994 entró en el Club Patín Pelayo, con el que ya compitió desde inicios del año 1995 y en el que aún permanece.

Sheila siempre fue una buena estudiante aunque fue cuando su hermano mayor se marchó a Pamplona a estudiar Ingeniería de Telecomunicaciones cuando ella asumió la fama de gran estudiante que hasta ese momento ostentaba Iván. Al igual que éste, que siempre ha sido su referente tanto en el patinaje como en los estudios, Sheila se decantó por los estudios de Ingeniería de Telecomunicaciones, carrera en la que recientemente acaba de presentar su proyecto final. Paralelamente a sus estudios y a los diarios entrenamientos hubo una temporada que esta gijonesa también dio cursos de formación en diversas empresas, lo que no le dejaba un minuto libre. Sheila no entiende su vida sin el deporte y aunque es en el patinaje de velocidad donde tiene uno de los palmarés más brillantes de todos los tiempos en España, y donde ella es todo un referente, también le gusta mucho el atletismo e incluso ha participado y ganado en más de una carrera. Recientemente ha conocido las carreras de obstáculos y ya ha participado y disfrutado de las dos "Farinato Race" celebradas en Gijón, logrando incluso ganar en la primera edición.

Su palmarés ocuparía demasiados folios. Pero resumiéndolo sólo en un puñado de cifras, estas serían: 121 medallas de oro, 18 de plata y 5 de bronce en campeonatos de Asturias; 106 medallas de oro, 35 de plata y 14 de bronce en campeonatos de España; y 2 de oro, 5 de plata y 12 de bronce en los campeonatos de Europa. Forma parte de la selección española de patinaje desde el 2001, debutando en un Mundial en el 2004 en la categoría junior y luego, de 2005 al 2009 de manera ininterrumpida, como senior. Tras un paréntesis volvió a un Campeonato del Mundo el pasado año y está repitiendo en éste; pudo haber ido también a las citas mundialistas del 2013 y 2014, para las que había sido seleccionada, pero tuvo que renunciar por motivos laborales. Además, tomó parte de los "World Games" del 2009. Un palmarés que hace que esta gijonesa tenga desde el año 2001 la consideración de deportista de alto nivel que concede el Consejo Superior de Deportes.

Desde hace algún tiempo Sheila Posada no sólo compite y se entrena, sino que también ha hecho sus pinitos como entrenadora en Avilés y en los colegios gijoneses de Los Campos y Ramón de Campoamor, además echa una mano en el club Pelayo ya que cuenta con el nivel 1 de entrenadora. Del deporte también ha conocido la cara amarga de las lesiones, que ha sufrido, a lo largo de su ya dilatada trayectoria profesional, varias veces. El mas reciente fue un problema en un pie, hace un par de años, que la obligó a pasar por el quirófano y la tuvo tres meses de baja. Del Mundial de Colombia, además, volvió con una rotura de escafoides tras una caída. Pero de eso nadie se acuerda estos días, cuando está con la selección nacional en un nuevo Campeonato del Mundo en el que va a correr las pruebas de velocidad pura: 300 metros contra reloj y 500 y 1.000 sprint en pista, y 100 sprint y una vuelta en circuito. Su polivalencia hace que probablemente también dispute el maratón, tal vez su prueba favorita.

Al margen del deporte que llena su vida, Sheila Posada tiene los gustos normales de una chica de su edad: salir con los amigos y con su novio o disfrutar de la música. Cierto es que su apretada agenda hasta este momento no es que le haya permitido tener demasiado tiempo libre. Los que la conocen bien destacan de ella que ya desde pequeña tenía las cosas muy claras, dominando sus ganas de ayudar en todo lo que podía, con una vertiente solidaria y sobre todo muy humilde y eso que podría llenar un camión con todas las medallas y trofeos que ha ganado y que a buen seguro seguirá ganando.

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