El Ayuntamiento convocará el concurso de ideas del que salga el proyecto de rehabilitación a seguir, se encargará de seleccionar a la firma adjudicataria de los trabajos a través de un concurso público y tendrá el control sobre la dirección de obra pero el contrato con la constructora lo firmarán los vecinos. Esta es la fórmula -un mixto entre el sistema elegido inicialmente y que se desarrolló en la rehabilitación de las viviendas de Francisco Eiriz (Jove) y el que estaba ahora vigente- que ha encontrado el equipo de gobierno de Foro Asturias para conseguir que el pago de las subvenciones por rehabilitación de barrios degradados pueda hacerse en cinco años disminuyendo así el impacto fiscal sobre cada uno de los vecinos.

El edil de Desarrollo Urbanístico y portavoz del gobierno forista, Fernando Couto, desgranaba ayer el nuevo sistema de trabajo que, si todo sale según lo previsto, se oficializará en la Junta de Gobierno de la semana que viene con la aprobación de unas nuevas bases para la convocatoria de este tipo de ayudas.

"No somos el partido del no, el no y el no. Había un problema al que teníamos que encontrar una solución y no encontrábamos el camino. Ahora hemos encontrado una fórmula que aunque parezca fácil de explicar tiene una gran complejidad técnica y jurídica", explicó Couto. El equipo de gobierno siempre ha justificado los cambios en el sistema de pagos de las ayudas a la rehabilitación de barrios degradados por el cumplimiento de criterios fijados por la Intervención General del Ayuntamiento. La alternativa por la que ahora opta el gobierno de Foro llega desde otros ámbitos municipales.

La creación de una línea específica de ayudas a la rehabilitación de barrios degradados fue uno de los compromisos electorales más importantes de Foro que se hicieron realidad al llegar al gobierno en 2011. El hecho de que el Ayuntamiento subvencionara el 100% de los trabajos y sobre varios edificios a la vez convirtió esas ayudas en millonarias, muy por encima de todas las reformas subvencionadas por el Ayuntamiento en las últimas décadas desde el plan de fachadas.

La primera experiencia fue en la calle Francisco Eiriz. Allí toda la operación, con un presupuesto que rondó los cuatro millones, la gestionaron los vecinos. El cobro de las subvenciones se preveía en cinco anualidades. Foro cambió las bases ante las reticencias de los responsables económicos al hecho de que fueron privados quienes, por ejemplo, decidieran la empresa a contratar sin ningún tipo de concurso público aunque todo el dinero saliera de las arcas municipales. Ahora mismo, los vecinos de esa zona tienen un contencioso abierto con el Ayuntamiento porque el pago en un mismo año de dos plazos disparó sus obligaciones ante Hacienda en la declaración de la renta. Además, esa subvención del Ayuntamiento ha supuesto que algunos vecinos pierdan prestaciones sociales a las que tenían derecho. La Fundación Municipal de Servicios Sociales ha abierto una línea de ayudas específicas para estos casos.

Inuesa, a medias

El siguiente modelo de actuación, estrenado en la primera fase de la reforma de Inuesa (Tremañes), da el protagonismo de todo el proceso al Ayuntamiento, que entrega la obra a los vecinos como una subvención en especie. ¿El problema? Que la ayuda se concentra en dos anualidades -lo que dura la ejecución formal de los trabajos- lo que incrementa la presión fiscal sobre los beneficiarios. Precisamente, y ante la inminencia del final de los trabajos, los vecinos de los primeros bloques reformados de la calle Marruecos han empezado a moverse para intentar conseguir ese pago en cinco anualidades.

Couto asumía ayer que el nuevo sistema sólo podrá aplicarse a los nuevos beneficiarios. Eso deja fuera la reforma ya ejecutada en el poblado de Inuesa y abre la opción al resto de los vecinos de esa zona -la operación se hace por fases- de esperar un poco más para empezar el proceso y poder hacerlo con las remodeladas bases. El proyecto global ronda los 7,5 millones. El cambio sí afecta de lleno a los proyectos comprometidos en Portuarios, Contrueces y Monteana.