Salieron como entraron. Ningún compromiso específico de Foro para cambiar una gestión de gobierno que toda la oposición considera ineficiente. Ningún resquicio en el argumentario de la oposición que dejase pasar las explicaciones del equipo de gobierno sobre las bondades de su labor. Indiferencia forista a la mano abierta del PP para trasladar a Gijón el pacto electoral nacional entre ambos partidos. Y un "ya se verá" al llamamiento explícito del portavoz de IU, Aurelio Martín, a sus compañeros de bancada de PSOE y Xixón Sí Puede para sumar esfuerzos y votos y hacer realidad un cambio de gobierno en el Ayuntamiento de Gijón. Cuatro horas y media de debate plenario sobre el estado del municipio -el primero de esta Corporación constituida en junio del año pasado- sólo sirvieron para garantizar que, a corto plazo, todo va a seguir igual en el Ayuntamiento de Gijón.

"Han hablado de paralización, de incapacidad... es mi responsabilidad, la asumo. Pero estoy orgullosa de no haber oído ni la palabra corrupción, ni recorte", sentenció la alcaldesa, Carmen Moriyón, en el remate de su intervención. La forista defendió que la única fórmula que ha podido encontrar para garantizar la gobernabilidad desde la minoría de su equipo y en un escenario de gran pluralidad política ha sido "el sí y el sí, no tengo otra. Se necesita diálogo y consenso". Y en ese marco, y ante el reto inminente de buscar un acuerdo que impida repetir la situación de prórroga presupuestaria que se vive este año, se comprometió a abrir una mesa de negociación donde estén representantes de los seis partidos de Gijón -Foro, PSOE, Xixón Sí Puede, PP, IU y Ciudadanos- desde un principio. A cambio hizo una petición a la oposición: "Eviten paralizar recursos para la ciudad por dar un tirón de orejas a Foro. Nosotros pasamos, Gijón queda".

Moriyón utilizó las cifras y las series históricas -siempre comparando con el último gobierno de la izquierda hace más de cinco años- para avalar una visión positiva de la evolución del empleo, la actividad económica y la cobertura social durante sus años de mandato. La Alcaldesa tiene claro que si los números económicos de Gijón no son mejores "es porque estamos en Asturias, que tiene el peor dato de crecimiento de España" y reivindicó "el crecimiento en atención social a pesar de la crisis, de los recortes de otras administraciones y de la regla de gasto del señor Montoro".

La líder forista también se encargó de poner en valor su gestión en el saneamiento de las empresas municipales, la reducción de la presión fiscal y la amortización de deuda, la apuesta por los planes de empleo, los cambios en el sistema de contratación, el pacto de concertación social, la reorientación e impulso a los proyectos de la Escuela de Comercio, Tabacalera y el antiguo colegio Cabrales e incluso las subvenciones a la reforma de los barrios degradados que tanta polémica generan desde hace unos meses en los vecindarios afectados.

Del urbanismo, y sobre todo del Plan General de Ordenación, se ocupó en exclusiva el portavoz forista, Fernando Couto, durante su intervención. "Es un hecho objetivo que tras muchos años de travesía del desierto hay una mayoría que ha decidido sentar las bases de un nuevo ordenamiento urbanístico alternativo al de la última década sin vivienda colectiva en la zona rural", dijo. El portavoz forista aseguró que su equipo se ha volcado desde 2015 en dotar de "estabilidad y falta de incertidumbre los principales proyectos de nuestro municipio" e hizo una reivindicación pública de su identidad política: "Somos Foro, seremos Foro y mientras estemos aquí llevaremos la bandera de Foro.

Precisamente las políticas de empleo y atención social que tanto defendió Foro como prioritarias y positivas en su mandato fueron de las más atacadas por los tres grupos de la izquierda: PSOE, Xixón Sí Puede. Grupos que coincidieron en dar algo más que un suspenso al gobierno forista. Todos hablan de falta de liderazgo de Foro, deficiencias en la ejecución de los mandatos plenarios y situación de parálisis de la ciudad.

Pero esa crítica compartida no se convertirá por ahora en un gobierno del cambio como se pidió alto y claro desde IU. "Las fuerzas de la izquierda tenemos dos opciones: impulsar un cambio político y social que tenga como único protagonismo un programa de gobierno o apuntalar el inmovilismo de Foro. O la resignación o la alternativa. Gijón no tiene más tiempo. O somos parte de la solución o seremos parte del problema", concretó el portavoz de IU, Aurelio Martín. El líder de Xixón Sí Puede, Mario Suárez del Fueyo, fue el primero en tener la oportunidad de dar contestación a esa propuesta. "Compañero Aurelio, nadie desde fuera va a marcar los ritmos de Xixón Sí Puede, que tomará sus decisiones en el momento en que lo consideren los órganos competentes", concretó. El portavoz socialista, José María Pérez, no introdujo nombres ni siglas en su reflexión, aunque a nadie le quedaron dudas de la referencia a Xixón Sí Puede, al explicar que "nosotros no vamos a estar enredando con la moción de censura. Este gobierno existe porque un grupo político se lo facilitó convirtiéndose en corresponsable de esta situación".

En cuanto al gobierno de Moriyón, el líder socialista aseguró que "casi peor que su desidia y su autocomplacencia esa mala costumbre de culpar a los demás de sus errores, estamos muy hartos de que venga aquí a escudarse en los técnicos para no asumir sus propias responsabilidades. Pérez hizo especial hincapié en la frustración que han generado las promesas incumplidas de la propia Alcaldesa entre, por ejemplo, los vecinos de Francisco Eiriz y los afectados por las inundaciones en la calle Brasil.

"El gobierno es incapaz de asumir su responsabilidad, no sólo porque no ejecuta sino porque cualquier asunto lo deja en manos de los equipos técnicos", explicó por su parte Mario Suárez del Fueyo, para quien Foro actúa como un simple "administrador de fincas" y de no cambiar el rumbos "con la trazada actual el descarrilamiento puede estar asegurado".