La Policía Nacional detuvo la pasada semana a un joven de 20 años acusado de robar siete bicicletas que estaban aparcadas en distintas calles de la ciudad. El ahora arrestado actuaba a plena luz del día. Armado con una cizalla el presunto delincuente fracturaba los candados de los vehículos y se los llevaba intentando pasar desapercibido. Según el atestado elaborado por la Policía el ladrón actuó en un garaje de El Lauredal y en calles como Río de Oro o Rodríguez San Pedro.

Los investigadores aseguran que el ahora imputado vendía todas las bicicletas en casas de compra y venta de objetos de segunda mano de la ciudad. Fue precisamente en uno de estos negocios en donde los agentes del grupo 2 de Delincuencia Urbana de la Comisaría de El Natahoyo pillaron "in fraganti" al acusado cuando intentaba deshacerse de la última bicicleta que se había encontrado en la calle.

El joven carecía hasta la fecha de antecedentes penales. Ante los agentes que le detuvieron el reo reconoció los hechos y aseguró que había robado las bicicletas para conseguir dinero para comer. El chico quedó en libertad con cargos tras ser escuchado en declaración en la Comisaría. El juzgado será ahora el encargado de tomarle declaración en los próximos días. Gracias a la investigación iniciada por las denuncias de los afectados la Policía Nacional ha conseguido recuperar seis de las bicicletas que había vendido el ahora procesado.