El 13 de noviembre de 1891, hizo el pasado domingo 125 años, se abría solemnemente el ferrocarril de Oviedo e Infiesto, construido por la Compañía de los Ferrocarriles Económicos de Asturias. Para conmemorar esta importante fecha de la historia de Asturias, mañana, en el marco del ciclo de conferencias y proyecciones del Museo del Ferrocarril 2016 y con entrada gratuita, tendrá lugar en el Museo del Ferrocarril una disertación del ingeniero Juan Antonio Peláez y la proyección comentada de imágenes y documentación histórica de Ferrocarriles Económicos de Asturias, procedentes de los fondos del museo, que custodia y recopila importante material documental referido a esta línea.

Este ferrocarril fue el primero de vía estrecha de un metro en el Principado y con él se iniciaba la salida ferroviaria de Asturias hacia el este por la cornisa cantábrica. Nacido como ferrocarril local sería luego ampliado, hasta llegar a conectar a Oviedo con Santander, Bilbao y la Frontera Francesa, formando el tronco principal de la posterior red de FEVE.

El diseño y gestión inicial de este ferrocarril se debe al ingeniero Jerónimo Ibrán, que desarrolló casi todo su trabajo en Asturias y entre cuyos muchos méritos se encuentra el impulso de Fábrica de Mieres en los difíciles años del fin del siglo XIX y numerosas iniciativas mineras, industriales y ferroviarias.

Se da la circunstancia muy poco habitual por entonces, de que la empresa Económicos de Asturias nació con capital casi exclusivamente asturiano. En la lista de primeros accionistas figuraban importantes nombres de la burguesía financiera e industrial asturiana, junto con los de pequeños comerciantes y simples vecinos acomodados de las poblaciones recorridas por la línea o de otras zonas del Principado. Destacaban Pedro Masaveu, Pedro Blanco, Ballesteros Hermanos, Anselmo González del Valle y el propio Ibrán en Oviedo, Santos Fernández en Avilés, Florencio Rodríguez y el Ferrocaarril de Langreo en Gijón e Inocencio Sela en Mieres.