"Etna" es una hembra de cernícalo de cuatro años que el pasado mes de junio desapareció tras sufrir el ataque de un ave rapaz de mayores dimensiones. El ave, propiedad de Iván Posse, volaba en los alrededores de su casa en Carreño cuando se le acercó un halcón y la asustó. "Llevaba con nosotros un mes y medio, y nos llevamos un disgusto enorme al verla desaparecer", reconocía el dueño ayer.

Sobre todo, porque "Etna" es más que nada "una mascota diferente" adquirida a través de un amigo para su hijo, Jairo Posse. Así que "el día que se fue lo pasamos muy mal, y después de tanto tiempo la dábamos ya por muerta".

Pero después de cinco meses de incertidumbre, la hembra de cernícalo ha reaparecido, para pasmo de su propietario, y se encuentra en perfecto estado. Ayer mismo la pudo recuperar en Gijón gracias a la labor de Fauna Urbana, una tienda gijonesa de animales que colabora estrechamente con la Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas (Cepesma) en la recuperación y cuidado de animales extraviados o en situaciones de riesgo para su vida.

Hace unos días recibieron la llamada de unos vecinos de Carreño que se habían encontrado a un cernícalo joven, anillado y con claros signos de estar adiestrado para cetrería. Pero nada se sabía del dueño hasta que el colectivo Fauna Urbana empezó a divulgar el hallazgo del animal por redes sociales e Internet. De este modo pudieron dar con Iván Posse, que no se podía creer su buena suerte.

"Todavía ayer (por el domingo) andábamos por el monte echando un ojo mi hijo y yo y le decía: ¿te imaginas que la encontramos viva? Sería un milagro", contó Posse. El milagro, efectivamente se produjo ayer, cuando Fauna Urbana pudo establecer contacto con él y entregarle el ave en Gijón. "Estamos que no lo creemos, la dábamos por muerta muertísima y aquí esta", aseguraba ayer el dueño de la mascota con sus dos hijos, Jairo y Carla, que se peleaban por sostener a "Etna" en su vuelta a casa.

"Parece que nos reconoce, aunque está nerviosa con tanto movimiento", indicaba el propietario feliz por el hallazgo. En los últimos meses "se ve que se ha arreglado por su cuenta, comiendo lo que pillaba. Pero en cuanto ha empezado el frío se ha acercado a las zonas pobladas para encontrar comida más fácilmente", explicaba. Fue lo que propició que unos vecinos de Carreño la encontraran cerca de un grupo de casas, sin daño aparente.

Ahora "habrá que tener más cuidado a la hora de salir a volar con ella para que no se nos vuelva a asustar con pájaros de más envergadura", reflexiona Iván Posse. De momento, aún pasará un tiempo a cubierto reponiéndose del susto, con buena alimentación y a salvo del mal tiempo antes de remontar de nuevo el vuelo.