Los socios del Real Grupo de Cultura Covadonga volverán a votar el próximo lunes las cuentas ejecutadas del 2015 y el presupuesto de este año después de que los números heredados de la anterior junta directiva de Enrique Tamargo fuesen rechazados en la anterior asamblea. El equipo dirigente actual, presidido por Antonio Corripio, someterá ahora a votación los presupuestos con varias modificaciones introducidas a raíz de la auditoría que encargaron. Asimismo, Corripio informará de la culminación del proceso de fusión con el Centro Asturiano de la Habana, toda vez que su directiva decidió poner fin a la litigiosidad en torno al mismo que quedaba pendiente.

En este punto se ha aportado de cara a la asamblea información como los costes estimados derivados de un tortuoso proceso de fusión que intentó frenar la anterior directiva y se alargó durante años en los tribunales. En un cuadro exponen el coste asumido por el Grupo relativo a los servicios profesionales independientes imputables al proceso de fusión. La cifra total, desde 2006 a 2016, asciende a 760.632,74 euros, incluyendo asesores legales (169.294,38 euros), asesores laborales (3.987,60 euros), gastos jurídicos y contenciosos y de informes periciales (467.245,58 euros), notarios y registradores (7.335,14 euros), auditores (4.280,02 euros), un informe de un arquitecto técnico sobre las obras a ejecutar en el Centro Asturiano de La Habana (1.026,60 euros), y liquidación del impuesto de sociedades de 2010 adeudado por la entidad de Mareo (107.553,42 euros).

Igualmente, la directiva de Corripio aclara en la documentación facilitada a los socios antes de la asamblea la situación actual de la masa social del Grupo, que suma 38.769 socios. En total, se han dado de alta 1.751 nuevos grupistas procedentes del Centro Asturiano de La Habana. Como resultado de la asunción del proceso de fusión, se produjeron 1.533 altas en un primer momento, a las que hay que sumar otras 150 posteriores y 68 altas de cónyuges e hijos de socios procedentes del Centro Asturiano.

En cuanto a la plantilla del Grupo, en la actualidad tiene 286 empleados, de los que sólo tres son personal subrogado del Centro Asturiano. A ello hay que añadir dos colaboradores y seis técnicos profesionales. En total, 294 personas desempeñan trabajos para el Grupo Covadonga.

Respecto a los datos económicos, la directiva de Corripio ha reformulado, tras una auditoría, los números de 2014 y 2015 que había ofrecido la anterior directiva. Así, la cifra que arroja la cuenta de pérdidas y ganancias de ambos años pasa de resultado positivo a negativo. Según el equipo de Tamargo el resultado en 2015 fue de un superávit de 49.919,68 euros, cifra que cambia la actual directiva a -15.003,51 euros. Más diferencia hay en el resultado del 2014, que pasa de un superávit de 13.826,13 euros a un déficit de 125.397,52 euros. Los auditores explican esta diferencia drástica. Según ellos, la anterior directiva "no reflejó en sus estados financieros el impacto de la sentencia ganada por una trabajadora que condenó al pago de 139.223,65 euros". Se refiere al litigio con una entrenadora de pádel que estuvo durante años trabajando en condiciones irregulares.

En cuanto al proyecto presupuestario que plantea para este año el equipo de Corripio, ofrece cifras muy diferentes al que preveía la directiva de Tamargo. Entre otras cosas, porque este último no incluía el efecto que pudiera tener la asunción de los socios del Centro Asturiano, cuestión que ejecutó la nueva directiva de Corripio. Ésta prevé unas pérdidas a final de ejercicio de 179.836,76 euros. Desde la directiva restan importancia a la cifra y la relacionan al pago de costes derivados del proceso de fusión. Unos gastos que, aseguran, se han quedado en 760.632 euros gracias "a la renegociación" que efectuaron con acreedores como el despacho Alvargonzález, que representó al Centro Asturiano en el litigio y cuya minuta, superior a los 200.000 euros, ha tenido que pagar el Grupo Covadonga. Igualmente, desde la directiva de Corripio aclaran que las grandes diferencias con las cifras calculadas por el equipo de Tamargo "responden principalmente a diferencias contables; no es nuestra intención insinuar nada más", señalan.

Por su parte, el socio Felipe Aller Celemín, que está intentando constituir una plataforma de socios y que ha recurrido la convocatoria de la asamblea alegando, entre otras cosas, que no se ha cumplido con los plazos marcados por los estatutos del Grupo Covadonga, advierte que "la directiva no incluye en la memoria la certificación de utilidad pública que tiene la entidad, y es algo fundamental".