En la mañana de ayer, las campanas que anunciaban el mediodía se confundían con risas, gritos y música en la Plaza Mayor. La habitual calma frente al consistorio, se mudó durante una hora en alborozo, diversión y disfrute. Varios centenares de alumnos de primaria de distintos colegios gijoneses, se dieron cita en el emblemático lugar para celebrar el Día Internacional de la Ciudad Educadora.

Al filo del mediodía, dos patinadores ataviados con trajes de buceo y pistolas de pompas de jabón hicieron acto de presencia en la plaza, acompañados de las reacciones de júbilo y estupor de los más pequeños. Junto a ellos, una suerte de divertida cabaretera, un acordeonista y dos mujeres enmascaradas representando el fondo marino y los bosques de la región, llenaban de alegría y color el lugar, ante la atenta mirada de los escolares, todo ello enmarcado dentro del espectáculo de teatro en la calle "Serenes", del grupo Factoría Norte.

La música se mezclaba con las carcajadas y los gritos. "¡Qué pasada!", "¡Mira allí!", exclamaban los jóvenes estudiantes, en un día distinto de clase, que a todos gustó más que el trabajo en las aulas.

Precisamente, ese es uno de los puntos más remarcados en estas jornadas, el hecho de que "hoy en día podemos afirmar sin miedo a equivocarnos que la educación atraviesa los muros de la escuela y se extiende a toda la ciudad, impregnando sus barrios, espacios públicos e instituciones", como recoge el manifiesto de las Ciudades Educadoras, que presentó la concejala de Educación, Montserrat López Moro. Este texto, se realizó en base a las propuestas que aportaron los responsables de las casi medio millar de ciudades de todo el mundo que celebraron el día de ayer.

Para remarcar el "compromiso del municipio con la educación y hacer partícipes de ello a la ciudadanía", como aseveró López, se realizaron esos animados actos frente a la Casa Consistorial, que continuaron con la presentación del polifacético Paco Abril, quien animó la mañana con un cuento sobre la igualdad, con la moraleja de que "cada uno, en su estilo, es el mejor". Para darle forma a la historia, Abril contó con la colaboración de cuatro niñas y un niño que interpretaron los papeles principales de la obra, ataviados con máscaras de cartulina. El artista también leyó un texto en el que reiteró a los más jóvenes que "lo que podamos imaginar algún día lo podremos realizar", y aseveró que "la hora de la ilusión, el futuro, está por venir, y vosotros sois los únicos que lo podéis conseguir".

Tras el acto enfocado a los jóvenes estudiantes, llegó el acto institucional, en el que se presentó el manifiesto. En él, la edil quiso destacar que "Gijón siempre ha tenido un papel relevante en el ámbito de la educación; el Ayuntamiento lidera muchas de las acciones que han contribuido a la mejora de la calidad de la enseñanza y a la integración de muchos agentes educativos presentes en nuestra ciudad", remarcando que "la educación es uno de los ejes de desarrollo del concejo", además de adelantar la creación de una nueva web de educación "que dé servicio a toda la comunidad educativa y a la ciudadanía".

En el manifiesto, se hizo hincapié en que "la educación da coherencia, sentido y dinamismo a nuestra región, como herramienta de transformación social, cohesión y respeto mutuo", para crear "una ciudadanía activa, dotada de espíritu crítico, comprometida y corresponsable". A fin de cuentas, construir "ciudades educadoras para un mundo mejor".