"Los jóvenes están aprendiendo a querer la música asturiana y hay grandes valores"

-¿Qué ofrecerá en su concierto?

-El título del concierto es "Mercancías propias". Lo titulé así por la impresión tan agradable que me causó una fotografía antigua en una exposición que se hizo este verano en Candás, en la que se veía en esa foto un camión, con unes moces guapes en la caja del camión, con una sonrisa amplia, grande, expresiva y natural, y en la puerta del camión decía "Mercancías propias", y eso me sugiero el concierto. Desarrollé el tema y es el resumen de lo que voy ofrecer, mercancías propias, con canciones mías, y algunas pocas que, aunque no son mías, me pertenecen también, igual que nos pertenecen a todos porque las cantamos al tener que ver mucho con la mar.

-¿Qué canciones se encontrará el público?

-Muchas nuevas, como por ejemplo "Azul", "Torrevieja", "Déjame sorprenderte" o "Sardinera", y otras más como "Un paso más", "Respiro", "Luces en la noche". Será un cóctel en el que se mezclarán canciones nuevas y de siempre, y el resultado será canción intemporal.

-¿Qué supone para usted el periodo navideño? ¿Cómo lo celebra?

-Me marcharon referentes muy importantes como mis padres, pero me quedan mis hijas, Natalia y Claudia, y una buena parte de la Navidad la van a pasar conmigo. Son unas fechas, ciertamente raras y extrañas, estoy curado de ellas, porque hace tiempo me infringieron un dolor duro recordando ausencias, pero ahora no. Aún así es un periodo en el que me alegro mucho por los niños y todos aquellos que la celebran y disfrutan juntos.

-¿Qué le parece el ambiente que se respira en Gijón en estas fechas?

-Gijón es una ciudad llena de dinamismo todo el año, pero especialmente en fechas como estas muchísimo más. Gijón es efervescencia pura.

-¿Le gustan los villancicos?

-Mis preferidos son dos, y por un momento voy a ser un egocéntrico, recordando dos que compuse. Uno era para niños, titulado, "Te queremos Jesús", y el otro es "En Candás nació el Señor". Los villancicos, cuando era pequeño, era algo típico y con mucho arraigo, como jugar a la peonza o a las chapas. Me interesa absolutamente toda la música, desde la más clásica a la más extraña. La única condición que pongo es que sea buena música. Y hay villancicos muy buenos, como hay muñeiras, jotas, sinfónico o heavy.

-¿Qué supone para usted hacer un concierto de Navidad en Gijón?

-Hacia tiempo que no llevaba a cabo un concierto de Navidad en Gijón. Mi música, que tanto tiene que ver con la mar, que tengan la deferencia desde la Autoridad Portuaria para invitarme a ser el protagonista del Concierto de Navidad, me llena de orgullo. El concierto lo estamos preparando muy seriamente con los cincos músicos que me acompañan. La mar y yo, musicalmente hablando, somos los mismos. Y el sitio donde será el concierto es precioso.

-¿Por qué ha tenido siempre ese vínculo tan estrecho con la mar?

-Mi padre siempre me decía de pequeño que "el que mama hereda". Mamé mar desde siempre. De crío siempre me interesó muchísimo la música. Recuerdo de pequeño en Candás escuchar a la gente por los chigres, en la bodega, en la fábrica de conservas. Me encantó siempre la música de la mar.

-¿Cómo ve la acogida que está teniendo la canción asturiana entre los jóvenes?

-Es un momento potente, rotundo e histórico de Asturias respecto a ese orgullo que empezamos a tener con nuestra música, tratándolo con mucha delicadeza. Siempre digo que los grandes proyectos son los más frágiles. Los jóvenes están aprendiendo a querer la música asturiana y están saliendo valores destacables.

-¿En qué proyecto está trabajando a nivel profesional?

-Estoy en un momento apasionadamente sereno. Estoy teniendo conciertos en los que hago lo que quiero. Tengo una docena de nuevas canciones y estoy trabajando en más cosas también.

-¿Cómo ve a su querido Sporting?

-La victoria de este pasado domingo nos insufló un poco de aire. Es verdad que el Sporting está en momentos delicados y que a veces se pierden los nervios. Pero confío en este Sporting, porque cuenta con una ventaja adicional importantísimo que es su incondicional afición.