El Hospital de Cabueñes comenzará a aplicar a lo largo del año que viene un nuevo fármaco que permitirá alargar la vida de las pacientes con cáncer de mama metastásico. En la actualidad el medicamento no está aún disponible para uso hospitalario generalizado, pero lo estará a lo largo del 2017, y con ello, se podría aplicar hasta en una quincena de pacientes de Cabueñes.
El centro gijonés ha estado probando de hecho este fármaco, denominado "palbociclib", por el método denominado como "uso compasivo", administrándolo a un par de pacientes antes de que el fármaco haya recibido su aprobación oficial. Las dos mujeres seleccionadas para esta prueba han duplicado lo que se conoce como supervivencia libre de progresión del tumor, arrojando con ello unos resultados "espectaculares", reconoce el doctor Ignacio Peláez, oncólogo del hospital. Gracias a la aplicación del fármaco ese tiempo ha pasado de 10 a 24 meses de media, lo que supone que "hay gente en la que el tiempo de supervivencia se alarga mucho más", señala Peláez, quien indica que los hospitales están esperándolo "como agua de mayo". En el Hospital Universitario Central de Asturias, que también ha estado probando esta nueva medicina, también se podrá aplicar el año que viene, en cuanto se superen todos los pasos de certificación requeridos, a medio centenar de pacientes.
Ignacio Peláez mantiene la prudencia, porque "no estamos hablando de curación total", pero sí que se ha evidenciado que el fármaco alarga sensiblemente la vida de las pacientes, y eso que las pruebas se han efectuado sobre mujeres en estadios avanzados de la enfermedad "y cuando mejor resultado se obtiene es en primera línea, con pacientes sin tratamiento previo", advierte el oncólogo gijonés.
El fármaco, elaborado por una empresa americana, actúa a nivel del ciclo celular para sustituir los tratamientos hormonales tradicionales, habida cuenta de que el 70 por ciento de los tumores son hormonodependientes y la terapia actual pasa por la inhibición de la formación de estrógenos. La nueva medicina "se combina con los fármacos hormonales actuales e inhibe el paso de la fase G a la fase S, que es el paso crítico de la división celular", explica el doctor.
En la práctica supone que "combinando los dos fármacos actúan en doble diana, se potencian juntos y los resultados son espectaculares", recalca Ignacio Peláez, toda vez que "hasta ahora estábamos hablando de incrementos de la supervivencia muy pequeños, y este fármaco lo ha duplicado directamente".
Con ello, se espera que la nueva medicina marque "un antes y un después" en el tratamiento de las pacientes con cáncer de mama. Porque, como explica el oncólogo del Hospital de Cabueñes, se podrá pasar de la monoterapia, usando un sólo medicamento, a la combinación más efectiva.
"Lo que se está haciendo ahora es administrar un solo fármaco y de forma secuencial. Lo que se plantea es un cambio de paradigma con fármacos de combinación más eficientes", explica el doctor. La administración, además, es oral y "con una alta tolerancia por parte de las pacientes".
Los ensayos llevados a cabo hasta ahora invitan a la esperanza, si bien "no podemos hablar de curación; hay pacientes metastásicas que superan ampliamente los cinco años de supervivencia y ahí siguen, por tiempo indefinido, y no sabemos por qué eso ocurre en unas personas y no en otras", matiza el doctor. No obstante, lo que sí parece cierto es que el nuevo fármaco "es muy efectivo en la mayoría de pacientes que lo han probado".
Una vez que la nueva medicina llegue a los hospitales de la red pública podrá ser administrada a las pacientes de cáncer de mama metastásico de forma gratuita. "Aún no sabemos la fecha exacta en la que podremos disponer del 'palbociclib', pero será a lo largo del año que viene", prevén en Cabueñes, deseosos de poder aplicar una nueva terapia que "ha arrojado los mejores resultados de los últimos años". Una promesa de futuro para muchas mujeres, ya que el cáncer de mama metastásico afecta a un tercio de las mujeres diagnosticadas de cáncer de mama.
