Es la única unidad de hospitalización en Psiquiatría en el área sanitaria V y acaba de estrenar nueva ubicación, más amplia y luminosa, en la tercera planta del Hospital de Jove. Se trata de un centro de referencia, al que acuden personas con brotes graves o enfermedades mentales cronificadas, y su ocupación es siempre "superior al 90 por ciento", reconocen sus responsables.

Ahora, tras un cambio de ubicación y tres décadas de existencia, el centro se propone continuar con las terapias en marcha y las actividades diarias, que tratan de aliviar la media de 700 ingresos al año, con capacidad para 26 pacientes de forma simultánea, señala la supervisora de la unidad. La nueva ubicación, en la tercera planta del hospital, donde antiguamente se ubicaba Medicina Interna, ha servido para disponer de un total de 100 metros cuadrados más útiles, en los que se han dispuesto las habitaciones con "espacio y luminosidad suficientes", amén de las medidas de seguridad pertinentes para las personas ingresadas. La unidad dispone de 14 habitaciones individuales y seis dobles, comedor y dos salas de estar en las que se desarrollan las terapias: desde psicomotricidad hasta ejercicios de memoria y lectura, juegos de mesa, pintura, cine o karaoke.

Una larga lista de intervenciones que, como indica la supervisora, han de servir también para sacudirse un estigma arraigado: el de la enfermedad mental como algo "triste y oscuro, que impide a la gente relacionarse, que identifica a los enfermos con gente peligrosa". Y, como aseguran los responsables, "no es así en absoluto; apenas registramos incidentes con los ingresados y cualquiera que entre aquí se sorprendería al ver lo tranquila que es la unidad y lo bien que nos relacionamos entre todos".

Para ello es clave establecer rutinas, con horarios ordenados y actividades en grupo que les hagan sentirse parte de un proyecto. "Ellos lo agradecen mucho, agradecen el hecho de que se puedan sentir útiles haciendo cosas normales; han colaborado mucho en el traslado a la nueva unidad y ha sido una buena terapia para ellos", asegura la directora de Enfermería.

Psiquiatría de Jove ha sido además pionera en la puesta en marcha de otro tipo de actividades como los paseos terapéuticos con los ingresados, una ruta por los alrededores del centro hospitalario que "somos de los únicos de España que los ponemos en práctica por lo bien que les sienta", explica la supervisora. Los ingresados disponen de unos minutos de libertad para "interactuar y comunicarse con el personal del Hospital", una de las claves del área.

Porque, como indica la supervisora, "es muy importante que nos perciban como cercanos, que sepan que nos pueden contar sus cosas, y así la convivencia es mucho mejor". Buena fe del ambiente que se respira en Psiquiatría es el hecho de que "la gente que llega a trabajar aquí, la mayoría de las veces con ideas preconcebidas y con muchos miedos infundados, no se quiere ir después". E incluso existe una larga demanda de gente que quiere pasar por el área para formarse.

En los 30 años de vida de la unidad las patologías han variado poco, porque cuando llegan al Hospital ya han pasado por recursos intermedios sin éxito. "Esquizofrenia, psicosis, trastornos depresivos... un poco de todo", resumen los responsables. El periodo medio de hospitalización es de "unos catorce días", teniendo en cuenta que "quienes ingresan aquí no se curan; se trata de que alcancen una estabilidad".

La mayor parte de los ingresos de los pacientes son voluntarios, aunque también es habitual que se produzcan por una orden judicial, habida cuenta de que muchos enfermos han sido incapacitados legalmente. Pero aun así, "es raro que haya altercados, es más el mito que otra cosa".

Y mientras tanto, los pacientes ayudan a poner la mesa y decoran el centro con adornos navideños. "Es un área normal, sin más".