Una vez que se produzca la jubilación efectiva del notario Ángel Torres -que el día 31 de este mes dejará el despacho en el que lleva ya más de 40 años trabajando-, el Estado amortizará la plaza que deja vacante el fedatario gijonés.

A lo largo de los últimos años en el despacho situado en la céntrica Plaza Seis de Agosto y pilotado por Ángel Torres se han acumulado más de un millar de escrituras que, temporalmente y mientras se cumplen los trámites necesarios para la retirada definitiva del fedatario gijonés, pasarán al despacho del notario Javier Nogales. Posteriormente todos esos documentos serán enviados al archivo que depende de la notaría de Carlos Melón, tal y como se recoge en la legislación pertinente.

Como broche final a su carrera el notario Ángel Torres celebrará en los próximos días una fiesta en la sala Albéniz en la que se reunirán sus amigos y conocidos.