Un juez ha condenado a una empresa de telefonía al pago de 5.000 euros a un gijonés que fue incluido durante ocho meses de forma ilegítima en una lista de morosos por una supuesta deuda con la operadora que según la empresa ascendía a 1.509 euros y que en realidad nunca había existido ya que la compañía nunca había mantenido una relación comercial con el denunciante. Las facturas por los servicios a nombre del demandante pudieron ser contratados suplantando su identidad.