Gregorio Emilio González, "Goyo", ha sido uno de los 500 elegidos por la Fundación Amancio Ortega para estudiar el curso equivalente a 1º de Bachillerato en Estados Unidos o Canadá.

Actualmente, cursa 4º de ESO en el Colegio San Vicente de Paúl y se muestra "muy contento" ante la idea de poder pasar un año entero estudiando fuera de España.

"Es algo que no me esperaba para nada", afirma "Goyo", que además, entró en la lista final tras la renuncia de otro estudiante. "Entré por lista de espera. Hice el examen escrito y la entrevista oral y después de varios días me mandaron un correo y me llamaron a casa diciendo que una persona había rechazado la beca", explica.

Ante el nuevo reto, "Goyo" se siente "motivado y con ganas". Conocer otra cultura, otros lugares y otras personas es algo que llena de ilusión, aunque también reconoce que será un poco difícil "separarme de mi familia y de mis amigos". Sin embargo, "Goyo" es optimista puesto que "un año estudiando fuera de casa pasa rápido", asegura.

Las pruebas para conseguir la beca no fueron nada fáciles. De hecho, hasta 9.300 alumnos de toda España aspiran a poder estudiar un año en Estados Unidos o Canadá. Después de cumplir los primeros requisitos tuvo que realizar diferentes test y demostrar un buen nivel de inglés. "En el examen obtuve una puntuación más alta de lo requerido, lo que me permitió entrar en la preselección", relata "Goyo". Pero eso no fue la única prueba que tuvo que superar. Después llegó la entrevista oral, la cual, según explica, fue a través de una videollamanda. "Me llamaron por Skype y tenía que prepara un tema en inglés para exponer", cuenta y añade que "también me hicieron diferentes preguntas para conocer mis reacciones ante diferentes escenarios", manifiesta.

El objetivo del programa de becas de la Fundación Amancio Ortega es facilitar el aprendizaje en inglés y permitir la inmersión en la cultura extranjera a jóvenes de colegios e institutos españoles durante un año. La beca cubre el 100% del coste del curso escolar, el viaje, el alojamiento y la manutención en una familia de acogida. Ahora toca esperar hasta conocer cuál será el destino de su nueva aventura. Las ganas y la ilusión ya están cargadas en la maleta.