El atleta asturiano Héctor Moro completó ayer por la mañana el primer maratón del mundo que se corre dentro de una sidrería y lo hizo gracias a una cinta instalada en el establecimiento El Requexu. La actividad lúdica y deportiva tenía como único objetivo recaudar dinero para la asociación Galbán de lucha contra el cáncer infantil. La prueba se enmarca dentro de una serie de maratones que Moro realizará en los próximos días y con los que espera que se recauden hasta 3.000 euros para su lucha.