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Directo al corazón

"Los ríos de la Patagonia son fabulosos para pescar, como los de León hace años"

"Iba de chaval al Nora, en Colloto, con un sedal, un corcho y un alfiler doblado; más tarde fui al Torío, que fue mi primer río de verdad"

Eduardo García Carmona, periodista de caza y pesca, en Gijón. JUAN PLAZA

Es uno de los hombres con mayor experiencia en asuntos relacionados con la pesca y la caza, no solamente porque los ha practicado, sino porque tuvo que estudiarlos a fondo, escuchar, investigar, para una vez recogida toda la información, trasmitirla al público a través de prensa y radio. No es extraño, pues, que haya sido distinguido con uno de los galardones de mayor prestigio dentro de la especialidad. Eduardo García Carmona, recientemente jubilado, habla con pasión de sus vivencias, aunque nunca las abandonará del todo; hoy siguen llamándolo para dar charlas, pregones, presentar eventos? Es sincero y le entusiasma Gijón.

- ¿Usted, quién es?

-Nací en Sevilla (1951), un 4 de julio, segundo de cuatro hermanos. Reconozco que soy un tímido corregido, autodidacta total y muy recto en cuestiones de la vida que afectan al trabajo. Serio, puntual y trabajador. Procedo de una familia humilde, así que nadie me ha regalado nada. Mi padre fue minero en León. Estoy casado con una asturiana de Bañugues, tenemos dos hijos, y vivo en Gijón desde hace cuatro años.

- ¿De pequeño que tuvo antes, una caña o una escopeta de perdigón?

-Una caña, pero no para pescar, sino para coger higos chumbos sin pincharme. La escopeta llegó cuando era mayor. Yo deseaba ser torero; en Sevilla todos los chiquillos toreábamos en la calle. Luego quise ser cura, y estuve en el seminario dos años, pero salí al ver las diferencias existentes, aunque no perdí la fe.

- ¿Cómo fue su formación?

-Fui buen estudiante, así que hice todo el Bachiller con becas; soy el único de mis hermanos que pudo estudiar. En el Instituto Alfonso II de Oviedo coincidí con Lalo Azcona y Jesús Ortiz. Habíamos dejado Sevilla cuando yo tenía cinco años, para irnos a León. Mi padre sufrió un grave accidente en la mina, tuvo que retirarse de ella y nos trasladamos a Oviedo, porque unos amigos de mi padre lo llamaron diciéndole que había trabajo. A los 17 años me contrataron en LA NUEVA ESPAÑA como auxiliar administrativo, al mismo tiempo que me matriculé en la Escuela de Comercio.

- ¿Cuándo aparece la radio?

-Tenía catorce años y estábamos un grupo de chavales tirando con arco y un señor nos preguntó: ¿Quién de vosotros quiere trabajar por el verano en Radio Oviedo? Era para un mes, dije que sí, y me quedé para siempre en la radio. Primero fui botones, luego administrativo, una labor que compaginaba con el periódico, hasta que un día enfermó un técnico de sonido y ocupé su plaza. Quise hacer un programa musical, se lo dije al director y asintió, de manera que a los 18 años tuve mi primer programa.

- Pero musical? ¿Cómo se especializó en caza y pesca?

-Alguna vez había ido al río Nora, a su paso por Colloto, y pescaba con sedal, un corcho y un alfiler doblado como anzuelo. Conseguíamos peces pequeños, pero ése fue mi estreno. Al marcharse de la radio Emilio López Tamargo para ir a León, fui detrás de él, de nuevo como administrativo, en "La voz de León".

- Y se enamoró de los ríos de León? No me extraña.

-En efecto. Tenía un compañero que le gustaba la pesca y fui con él al río Torío? Ése fue mi primer río de verdad, obtuve mi primera trucha, y me enamoré para siempre. Tenía 23 años. Poco después me casé, no con el río, sino con mi mujer.

- Nos falta hablar de la escopeta?

-Un verano mi suegra quiso venir a León para secarse, decía. Trajo con ella a toda mi familia y alquilaron una casa en Campo de Villavidel, cerca de Valencia de Don Juan. En el patio había un higuera con miles de pájaros, les disparaba y después comíamos pajaritos con arroz. Así fue mi bautismo de escopeta, pero reconozco que siempre he sido más pescador que cazador. Luego, me quitó de la caza mi nieta; tenía once años y un día al ver a los animales muertos se disgustó tanto? Y de otro modo, desde hace veinte años soy pescador de captura y suelta, sin muerte. Esto lo hice al enterarme de que mi mujer, harta de comer truchas, las regalaba a los vecinos.

- ¿Ahora sigue pescando?

-Sí, reos, truchas y salmones

- Sé que lo ha hecho en ríos de medio mundo, ¿a cuál volvería siempre?

-A los de la Patagonia, son fabulosos; como los de León de hace 40 años. León era el paraíso de la trucha a nivel europeo, su especie, la "salmo trutta fario", de pintas rojas, exquisita, vivía en las aguas puras y cristalinas. Lo malo de la Patagonia es que se está masificando; los americanos compran baratas las tierras de los accesos al río y establecen un negocio. Pero existe un peligro, y es que empieza a haber cormoranes, nutrias y visones en abundancia. Y como no lo atajen?

- ¿Cuál ha sido su mejor pieza de escopeta?

-Un corzo de cuatro puntas. Fue el primero y el único porque sentí tanta pena?

- ¿Y su río español?

-El río Luna, es de lo más truchero, y una preciosidad.

- ¿Los ecologistas suponen una oposición?

-Hacen más oposición las envidias. Respecto a los ecologistas no entiendo que miren por el bien de la Naturaleza y no les importe que otros animales que fueron introducidos por la Administración sean exterminados y se pierda una especie, porque no es una especie del propio río. Aquí, en Asturias, había un cangrejo autóctono, vino una plaga y en pocos años desapareció. La Administración supo que ese cangrejo era el carroñero del río, se encargaba de la limpieza, y el río estaba sano. Entre eso y los pantanos se han desarrollado las enfermedades de los ríos.

- ¿Qué le ha supuesto el Premio Periodipesca?

-No lo esperaba, pese a que llevo escribiendo de pesca desde 1980; de caza, menos. Fui galardonado dos veces, pero a nivel nacional, nunca. Me hace mucha ilusión que se reconozca mi labor cuando ya estoy jubilado.

- ¿Le queda algún sueño por realizar?

-Sí, que me publiquen una novela que tengo sobre violencia de género. Su argumento está basado en una experiencia familiar.

- ¿Cómo vive su jubilación?

-Sigo escribiendo de pesca en una web que tengo, www.pescarmona.es. En ocho años he recibido más de 40 millones de visitas. Y me siguen llamando para presentar acontecimientos de pesca importantes, doy conferencias, pregones?

- ¿Así que Gijón para siempre?

-Supongo que sí. Es una ciudad muy agradable y cómoda.

- Lo malo es que aquí, como no pesque panchos en el Musel?

-He pescado panchos en Bañugues, en las rocas, y muiles en el Piles, como carnaza para los cangrejos de río. Y en el río España, y en el Cares, el mejor río de Asturias junto con el sella. Pero voy muy a menudo a León.

-Dígame, ¿quién es el enemigo de esta actividad?

-En Asturias y en pesca, el presidente de la Federación Asturiana de Pesca, Pedro García. Este señor es el enemigo mayor de los pescadores y de la pesca en Asturias.

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