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SANTIAGO ABASCAL | Presidente de Vox

"Mas y Puigdemont deberían estar presos; hay que suspender la autonomía a Cataluña"

"Apoyamos a Hazte Oír, ha puesto sobre la mesa un debate muy importante: la crítica a la ideología de género"

Santiago Abascal, ayer, en Gijón. MARCOS LEÓN

Asegura que no le importa que le etiqueten de "extrema derecha" o de "populista". Y lo cierto es que no duda en expresar de forma radical sus ideas. Santiago Abascal, quien militase en el PP del País Vasco, preside Vox, un partido que quiere encontrar un hueco a la derecha de todas las fuerzas parlamentarios, algo en lo que ha fracasado hasta ahora. Abascal comparte ideas con Trump, Le Pen o Wilders; y ayer impartió una charla en el Club LA NUEVA ESPAÑA de Gijón.

- Su último libro se titula "Hay un camino a la derecha", ¿a la derecha de quién?

-A la derecha de todos los partidos políticos en España, porque nuestra óptica es que en el Congreso están representados los separatistas y todo tipo de izquierda, desde la extrema izquierda hasta la socialdemocracia que representa el PP. Todas las personas que no son ni de izquierdas ni separatistas no tienen representación, fundamentalmente por la traición de Rajoy.

- Pero usted militó en el PP.

-Sí, pero ahora veo un partido al que únicamente une el poder y que ya no tiene ningún principio. Todo lo que le movilizó contra Zapatero era una oposición muy dura, pero ha sido sistemáticamente traicionado en materia económica, en materia moral, en materia de política antiterrorista, en unidad nacional: no han aplicado la ley en Cataluña, han subido los impuestos cuando los iban a bajar, han continuado la hoja de ruta de Zapatero y han mantenido toda su legislación ideológica. Realmente no encuentro un solo motivo para decir que Rajoy ha respetado la voluntad y el ideario de sus votantes.

- Si están a la derecha del todo, es extrema derecha. ¿O no?

-Que nos llamen extrema derecha en España es muy habitual. Es un país en el que a Felipe González le han llamado fascista. A nosotros no nos preocupan las etiquetas. Es más, hoy mismo (por ayer) en la sede de Vox en Granada han aparecido pintadas antisemitas hechas por neonazis. Es decir, nos ataca desde el comunismo podemita, que incluso impulsa el hostigamiento a alguna de las personas del comité ejecutivo de Vox como a una profesora en Leganés, hasta neonazis.

- ¿Qué le pareció la polémica en torno al España-Israel?

-Estamos absolutamente en contra de cualquier boicot contra Israel, que representa la única democracia consolidada y que respeta la libertad religiosa en Oriente Medio. Y por tanto, es un aliado en la lucha contra el fundamentalismo.

- ¿En el espejo de qué líder en Europa se ve: Le Pen, Wilders...?

-Nosotros no buscamos vernos en el espejo de un líder en concreto. Queremos ofrecer a la sociedad española un proyecto genuinamente español. Es verdad que coincidimos con una serie de líderes europeos que a la vez tienen discrepancias entre ellos. Coincidimos con las posiciones del Frente Nacional, de Alternativa por Alemania, o de Wilders en Holanda, o del FPO austriaco. Coincidimos en algunas cosas.

- ¿Cuáles?

-Una defensa de la soberanía nacional contra las instituciones supranacionales que están haciendo perder a los ciudadanos el control sobre su propio destino, en el caso europeo pretendiendo ir hacia un federalismo que disolvería los estados-nación; y una afirmación de la propia identidad cultural europea y occidental frente al multiculturalismo, que es la puerta abierta al fundamentalismo islámico a través de una invasión migratoria. Y, por otra parte, una reacción frente a la corrección política que a través de una serie de estigmas ha impedido que hablemos de muchas cosas en las últimas décadas. Es decir, el "consenso progre" de mayo de 1968 que impide hablar de ciertas cosas sin que uno sea tachado de xenófobo, progre, racista, machista, homófobo, tránsfobo... Hay una reacción frente a todo eso a ambos lados del Atlántico: en Estados Unidos, Trump; y en Europa, los partidos de la "derecha alternativa".

- ¿Y "Amanecer dorado"?

-Es el partido que haría pintadas en la sede de Vox como las de Granada. Es un partido neonazi, no podemos estar más alejados de algo así. No sólo por sus planteamientos, sino porque van contra la esencia española. Lo que los españoles hemos hecho en el mundo a través de la hispanidad es aportar la mayor obra de hermanamiento universal y mestizaje.

- A todos los que está citando los llaman "populistas".

-Para mí el populismo lo representa Rajoy, que se presenta con un programa para que le voten y no lo cumple. Lo representa Rivera, que elige lo que es aceptado por todo el mundo, como la lucha contra la corrupción o la regeneración democrática; lo fácil, en lo que todos estamos de acuerdo, pero no se atreve a posicionarse en los temas espinosos. Vox precisamente no hace populismo, porque entra en todos los terrenos, en los complicados y en los que son socialmente mayoritarios. Pero que nos llamen lo que quieran, sabemos que hay muchísima gente identificada con nosotros y tarde o temprano nos darán representación.

- ¿Por qué dice que la derecha española está en crisis?

-Ha vivido acomplejada por el franquismo, con un sentimiento de culpabilidad. Por lo tanto, cuando llegaba al poder pensaba que únicamente estaba destinada al control de las cuentas públicas, pero todo lo ideológico, lo eminentemente político y no exclusivamente económico, era patrimonio de la izquierda. Rajoy representa eso a la perfección, se dedica únicamente al control de las cuentas y además mal.

- ¿Qué le pareció la polémica por el autobús de Hazte Oír?

-El autobús de Madrid no se entiende sin la marquesinas del País Vasco y Navarra que decían que hay niños con vulva y niñas con pene. Hazte Oír ha tratado de responder a esa provocación y ha sido inmediatamente estigmatizado. Nosotros apoyamos la libertad de expresión de Hazte Oír, que ha puesto sobre la mesa un debate muy importante: la crítica de la ideología de género, ésa que dice que el sexo se elige y es el que uno decide tener. Es decir, uno no nace varón, no nace hembra sino que es lo que quiere, y eso valdría para todo. Lo decía el gran filósofo Gustavo Bueno: "Usted se siente registrador de la propiedad pero no es. Usted tiene un problema".

- A Vox le está costando entrar en las instituciones.

-Muchísimo.

- ¿Por qué?

-Hay que decirlo sin medias tintas: Vox ha fracasado sistemáticamente, elección tras elección, desde el año 2014. Puede haber algunos errores nuestros, pero se debe a la gran capacidad que ha tenido Rajoy para meter miedo a la población con Podemos. Hay una gran parte de un electorado que de una manera natural se identifica con nosotros, pero no se atreve a votarnos porque cree, y en eso ha sido muy hábil el PP, que votar a Vox significaría la llegada de Podemos. Pero tarde o temprano el llamado voto útil, que es inútil, llegará a su fin.

- ¿Le preocupa o disfruta con la crisis del PSOE?

-Me preocupa la crisis de España. Creo que la crisis del PSOE ha sido inducida por el PP, que le dio una presencia estratégica a Podemos en las televisiones. Y tenía un objetivo: dividir al PSOE. El problema es que esa estrategia del PP , que ha tenido efecto, ha colocado a España en una situación grave porque ha puesto encima de la mesa una fuerza verdaderamente extremista y antinacional.

- ¿Cómo ve lo de Cataluña?

-En Cataluña no se aplica la ley desde hace mucho tiempo y eso tiene consecuencias letales. Veo de manera muy crítica lo que está haciendo el gobierno de la nación, que es nada, y creo que debería aplicar el artículo 155, suspender la autonomía de Cataluña y dejar que los jueces actuaran con libertad. Debería haberse aplicado nuestro Código Penal, haberse juzgado a los sediciosos en Cataluña, los que están preparando un golpe de Estado. Artur Mas y Puigdemont deberían estar detenidos y en prisión.

- Y, sin embargo, en su tierra la cuestión está más calmada.

-Lo que pasa en mi tierra es que ETA está agazapada, no necesita asesinar para que avance su agenda política. Ha vuelto a las instituciones, intentan negociar el acercamiento de los terroristas a cárceles vascas, pero en cuanto vean que sus objetivos de secesión son inviables, volverán a las andadas, porque el odio permanece.

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