En plena polémica por su financiación la "Semana Negra" ha hecho publico hoy un comunicado en el que anuncia la celebración de su XXX edición, que tendrá lugar del 7 al 16 de julio próximos. Los portavoces de este certamen lúdico y literario han asegurado hoy que es falso que Hacienda haya embargado la marca "Semana Negra", que la organización "nunca ha solicitado nada parecido a un rescate" y que actualmente no hay constancia de "ninguna deuda con la Seguridad Social".

"Es cierto que la "Semana Negra" tiene una deuda aplazada con Hacienda, y, para conseguir ese aplazamiento, se puso como aval la marca "Semana Negra", pero Hacienda nunca valoró siquiera su embargo, y menos aún sacarla a subasta, pues no hay motivo para ello. Lo único que la "Semana Negra" ha solicitado a una Administración pública es que el Ayuntamiento de Gijón pague la subvención del año 2016, que, a fecha de hoy, sigue sin pagar, lo que nos coloca en una difícil situación de falta de liquidez. La "Semana Negra" no se organiza para hacer negocio: nuestro objetivo económico es que el balance entre ingresos y gastos sea 0, es decir, que todo lo que se ingresa en cada edición se invierte en la celebración de esa misma edición. Estamos ultimando un plan de viabilidad que permitirá ir liquidando la deuda con acreedores. Los organizadores de la "Semana Negra" llevamos tiempo explicando que los recortes en las subvenciones públicas, la subida del IVA (que asumió la Semana Negra en lugar de repercutirlo), la escasez de patrocinio privado, las limitaciones de horario, y la crisis, que a todos nos ha afectado, estaban mermando nuestro presupuesto a pasos agigantados. La austeridad en el gasto ha sido constante en los últimos años, y pese a ello, hemos luchado por mantener una Semana Negra digna. Con la misma dignidad, lo único que ahora solicitamos es que el Ayuntamiento de Gijón cumpla con la palabra dada respecto a los apoyos a este festival que es, también, el de todos los gijoneses", afirman desde la organización del certamen.